La Junta de Extremadura pretende iniciar la promoción de 400 nuevas viviendas en Almendralejo en el transcurso de la actual legislatura. Para ello, el Ejecutivo regional desarrollará la política que el presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra anunció en la campaña electoral. El ayuntamiento entregará unos terrenos, la Junta los urbanizará y se los cederá a una constructora para que ésta edifique viviendas que no podrán tener un precio superior a los 60.000 euros.

Para ello, el ayuntamiento estudia la cesión de 10.000 metros cuadrados de terreno en la zona de la carretera de La Fuente, en unas parcelas de propiedad municipal ocupadas por unas naves destinadas a escuela taller.

El alcalde de Almendralejo, José María Ramírez, indicó ayer que "el proceso está pendiente de una reunión que se mantendrá en breve en la Consejería de Fomento de la Junta". El mandatario almendralejense reconoció que la localidad carece de suelo residencial. "Estamos pendiente de liberar parcelas municipales en el ferial para la autopromoción de viviendas", dijo. En este sentido, el pliego de la venta de estas parcelas se está estudiando minuciosamente para evitar que se especule con el suelo.

VIVIENDAS SOCIALES

Por otro lado, en la actualidad la Junta de Extremadura construye 56 viviendas sociales en la localidad. Este hecho supone que "cada vez hay menos personas que solicitan viviendas de este tipo, pero aún hay que satisfacer la demanda de la clase media", señaló Ramírez.

Estas declaraciones las realizó ayer el alcalde coincidiendo con la visita a Almendralejo del secretario provincial socialista y diputado, Francisco Fuentes, quien ofreció una serie de datos sobre la evolución de la vivienda española en los últimos años. Según los socialistas, la vivienda es, hoy día, una mercancía más que un derecho. Esta aseveración la respaldan datos como que en los últimos ocho años el precio de una casa ha crecido cinco veces más que el de los salarios o que entre el año 1996 y el 2000 el precio de la vivienda se ha duplicado. Además la especulación del suelo ha contribuido a que sólo siete de cada cien casas que se construyen sean viviendas sociales.