Los empresarios de la calle Real lamentaron ayer que no habían sido avisados por el ayuntamiento de la instalación del mercado medieval abierto el fin de semana. El empresario Fernando Arias se quejó porque que le colocaron los puestos frente a sus escaparates sin pedirle permiso. Por su parte, la concejala Victoria Pérez dijo que la calle es pública y los llamó "retrógrados" por no saber apreciar estos eventos que también les traen beneficios".