Simplismos

TPtara ganarse el sustento diario, un grupo de chilenos humildes hurgaban en las profundas entrañas de Pachamama (así llaman los indígenas andinos a la Madre Tierra) intentando arrancarle algunas migajas de su preciado tesoro (oro, plata y cobre). Ese era su cotidiano trabajo por cuenta ajena, pero la diosa madre reclamaba esta vez un tributo, quería un sacrificio de treinta y tres vidas humanas. Finalmente, la decidida voluntad del gobierno de aquel país consiguió rescatarlas de sus garras y devolverlas a la superficie de la Tierra.

Aprovechando la oportunidad, un diario conservador estadounidense, oráculo del neoliberalismo, publicaba una interesada opinión sobre lo ocurrido en la Mina San José: "el rescate es una enorme victoria del capitalismo de libre mercado". A tal conclusión llegaba el articulista basándose en que la tecnología utilizada para la hazaña había sido proveída mayoritariamente por empresas americanas "que están en el negocio para hacer dinero, para obtener ganancias. Por eso innovaron en la perforación con martillos -porque, señala- si hacen dinero, pueden hacer más innovaciones". Cierto, pero, a contrario sensu, se podría decir -con la misma simpleza- que los casi cuatrocientos mineros muertos en las minas chilenas en los últimos años, algunas de ellas explotadas por empresas americanas, serían víctimas del capitalismo. Y puestos a seguir pensando de forma tan simplista, también se podría decir que el inicio de la exploración del espacio, y su liderazgo por parte de la antigua Unión Soviética durante una década, con todos los avances científicos resultantes, fue un triunfo del comunismo. Simplismos.