La fábrica de grasas alimentarias del Polígono Industrial de Almendralejo, "Agropecuaria Campo Verde", tramita los documentos para poder obtener la calificación legal que le permita volver a ejercer su actividad.

La industria tuvo que interrumpir esa actividad tras la decisión de la Junta Local de Gobierno del 27 de julio de exigir el cierre porque no cumplía la normativa ambiental. La empresa cesó temporalmente su actividad a los pocos días y los movimientos que se pueden ver en la planta se deben a los trabajos que están realizando empresas externas, sobre todo de montaje, para adecuar las instalaciones a la normativa, haciendo las correcciones necesarias a la maquinaria. Los responsables de la empresa ya se han dirigido a la Junta de Extremadura, cuya Consejería de Medio Ambiente tramita la calificación medioambiental que le permitirá volver a abrir en un tiempo.

Además, el ayuntamiento ya ha recibido una notificación de la Junta de Extremadura por la que se califica la actividad como "agroalimentaria", ya que se trata de una empresa de transformación de subproductos animales para la obtención de mantecas para el consumo humano, en la que trabajan 18 personas y en la que se han invertido casi un millón de euros.

La carencia de estos permisos es lo que llevó a la Plataforma contra la contaminación de Almendralejo a pedir el cierre inmediato de la empresa el pasado día 17 de julio, una vez que los empresarios colindantes del mismo polígono industrial se dirigieran al Ayuntamiento para exigir lo propio, teniendo en cuenta los malos olores que, además, se soportan en la zona y que están afectando, dicen, a sus negocios.

Por el hecho de haber iniciado la actividad sin los permisos, Agropecuaria Campo Verde deberá pagar una sanción, aunque si hace las correcciones y obtienen todos los permisos, la empresa volverá a su actividad, puesto que, según fuentes del Consistorio Municipal, los malos olores que produce la chimenea pueden producir algún tipo de molestia, pero no tiene ninguna peligrosidad para la salud.