La reunión celebrada ayer en Madrid entre representantes de la Dirección General de Desarrollo Rural y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, de la consejería de Agricultura de la Junta y de la comunidad de regantes para acercar posturas sobre cómo financiar el proyecto para implantar el regadío en Tierra de Barros entre las tres partes dejó insatisfechos a los extremeños, quienes calificaron de «decepcionante» el encuentro, ya que por parte del departamento que dirige Isabel Tejerina «no hay sensibilidad», destacó el Gobierno regional en un comunicado.

Por parte de la Junta encabezó la reunión el director general de Desarrollo Rural, Manuel Mejías, quien trató de hacer ver a los miembros del ministerio la posible viabilidad del proyecto. Desde la Junta lamentan, sin embargo, la actitud de los técnicos del ministerio «para un proyecto tan importante para Extremadura».

Desde la Administración regional se pedirá con carácter de urgencia una reunión con la directora general de Desarrollo Rural, Esperanza de Orellana, para que sea la titular la que fije la posición exacta del Gobierno central, ya que en la reunión de ayer la toma de contacto fue con el subdirector José Eugenio Naranjo. El objetivo del encuentro es hacerle ver al Gobierno la importancia que tiene para Tierra de Barros poner el regadío y que éste sea declarado de interés general para poder participar en la financiación de un 33%, es decir, en torno a 65 millones, una parte que deberían poner también la Junta de Extremadura por un lado y los regantes por otro.

Más contundente se mostró la comunidad de regantes. Su presidente, Isidro Hurtado, aseguró que están «muy desanimados» tras el encuentro y añadió que la respuesta clara es que «no hay dinero». Hurtado recalcó que «no nos han puesto pegas a la parte técnica del anteproyecto, simplemente nos han dicho que no hay dinero. No hemos visto una actitud positiva y lo peor es que no se nos ha planteado ninguna otra alternativa», se quejó.