Victoria Trasmonte (Almendralejo, 1983) sigue en primera línea de fuego contra el coronavirus. Esta médica intensivista, que trabaja en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital 12 de octubre de Madrid, protagoniza la iniciativa ‘Acortando la distancia’, premiada por mantener el contacto de ingresados por covid-19 con sus familiares a través de las tecnologías. Ese proyecto le valió para ganar el Premio Eficacia 2020 como mejor campaña promocional. Y ahora opta a los premios Hospital Optimista por iniciativas que humanizan.

--Camino de otro reconocimiento, que nunca viene mal...

Son unos premios para reconocer lugares amables. Este año era difícil que un hospital pudiera serlo, pero dentro de esta infernal pandemia, hemos podido crear ambientes de energías positivas.

--El proyecto ha impactado.

Sí, ahora nos falta algo más para Extremadura. El Club Rotary facilitó más de 350 dispositivos electrónicos a hospitales y residencias de la región, pero no hemos logrado la donación de datos. Aprovecho este altavoz para lograrlo.

--Hábleme de la pandemia. Usted dijo en este periódico que habría una segunda ola. ¿Lo tenía claro?

Sí, la verdad. Tuvimos un brote social porque nos pilló a todos en la calle. Este segundo brote ha sido mas familiar y, quizá, porque nos hemos relajado. Hemos querido sentir más, en nuestras casas y con nuestras familias. Pero sí, sabíamos que podía llegar.

--¿Qué ola ha sido peor, la primera o la segunda?

Peor que la primera es difícil de superar. Nos pilló a todos desprevenidos. Fue una crisis sanitaria sin precedentes. Ahora hemos logrado moderar la reacción y la respuesta. No se han tenido que cerrar hospitales ni dejar de atender a enfermos de otras patologías. Eso provocó que muriera gente y que empeoraran pacientes graves. Eso no podemos permitir que vuelve a pasar jamás.

--¿Cómo es la situación ahora en el hospital 12 de Octubre?

Cerramos la sala de coronavirus hace una semana. Las medidas impuestas en Madrid han ido dando sus frutos, sobre todo de ingresos en planta, que al final es un reflejo de lo que después nos llega a la UCI. Han contratado a más médicos, hay más concienciación social y los protocolos se aplican más rápido. Hemos actuado antes y nos hemos adelantado al virus.

--¿Vaticina una tercera ola?

Si algo nos ha enseñado este virus es que somos auténticos desconocedores de esta enfermedad y que no podemos relajarnos. Hasta que no llegue la vacuna, hemos de ser muy prudentes.

--¿Ha desaparecido el miedo?

No, sigue habiendo miedos. Sentimos que si nos relajamos, esto puede llenarse de ingresados en Navidad.

--¿Qué opina de la vacuna?

Los ensayos clínicos que estamos viendo nos están dando bastante tranquilidad. Luego hay opiniones de todo tipo, pero yo, personalmente, estoy deseando de tenerla aquí.

--¿Cómo ve la situación de Almendralejo?

Me ha recordado a Madrid. En Almendralejo la gente es muy cordial, abierta y social. Le gusta salir a la calle y tiene esa riqueza por su gente. Esto ha provocado esa transmisión más descontrolada, pero de igual manera creo en la responsabilidad de mis vecinos.