Los juzgados de la provincia de Badajoz han celebrado en el último año y medio 1.282 juicios rápidos, el 75% de los procesos penales, según el magistrado José Antonio Bobadilla. Este destacó que un 80% de los juicios rápidos terminan en conformidad. Bobadilla ofreció ayer las estadísticas del fiscal jefe de la audiencia sobre aplicación de la Ley 38/2002 de Reforma de Enjuiciamiento Criminal, e hizo una valoración "bastante positiva, porque ha disminuido mucho el volumen de asuntos pendientes".

Según esos datos, los delitos que se dirimen en los juicios rápidos son: violencia familiar --25%--, robo y hurto --27%--, y el resto por conducir bajo efectos del alcohol. Bobadilla hizo este balance en unas jornadas jurídicas del Colegio de Abogados, relativas a la citada ley.

Sobre las críticas a la falta de garantías en la defensa, el magistrado afirmó que "no puede garantizarlo con la misma extensión de otros procesos penales", aunque sí "el mínimo indispensable, como la asistencia letrada, y en definitiva el proceso transcurre con todas las garantías constitucionales", aseguró.

El coordinador de estas jornadas, José Antonio Romero, se hizo eco de las críticas que los letrados hacen a esta ley asegurando que "supone una amputación relativa del derecho de defensa". Pero reconoció que este nuevo procedimiento tiene aspectos positivos, como que "ha sido un desahogo enorme; antes, muchos juicios se celebraban uno o dos años después del delito, y ahora se juzgan al día siguiente, por lo que se ha hecho una justicia más eficaz".