Si de día todo es bullicio y un continuo ir y venir de gente con bolsas, cuando las tiendas de la calle Menacho y su entorno cierran, la zona se vuelve solitaria y la inseguridad se palpa. Pero no es solo una sensación, sino que hay "rachas" en la que la zona comercial por excelencia de Badajoz se convierte en continuo objetivo de los amigos de lo ajeno. Es lo que ha ocurrido las dos últimas semanas. Según los datos facilitados a este diario por el Cuerpo Nacional de Policía, desde principios de mes diez establecimientos de Menacho y adyacentes han sufridos robos con fuerza, casi todos con rotura de escaparate o acceso con butrón.

Desde la Asociación de Comerciantes de la Calle Menacho, su presidente, Emilio Doncel, entiende que la Policía Nacional "hace lo que puede", pero este colectivo va a solicitar que incremente su presencia. El mayor problema viene de noche. La mayoría de las tiendas disponen de sistema de alarma, rejas y hasta cristales blindados, incluso algunas disponen de videocámaras en su interior.

Esta última es precisamente la solución que plantea la asociación. Doncel declaró que van a intentar obtener permiso para colocar en las calles cámaras de seguridad "y vamos a hacer gestiones para que nos autoricen" en la Delegación del Gobierno. Doncel se lo plantea como "un beneficio más" para los asociados y también para los vecinos "porque si el caco comprueba que la calle está totalmente vigilada, se irá a otro sitio".

Los últimos robos ocurrieron la madrugada del viernes pasado, que era festivo. los ladrones rompieron la luna de una tienda de decoración de Menacho y otra de ropa de Felipe Checa. La semana antes, la policía había detenido a un joven después de haber roto el escaparate de una óptica con la tapa de un imbornal y había hecho lo propio con otra tienda. Según la Policía Nacional, además han sido detenidas otras dos personas, de manera que 8 de estos 10 robos cometidos han sido ya esclarecidos y en los dos casos restantes, ayer se desconocía la autoría. Fuentes policiales declararon que estas oleadas son rachas que pueden coincidir con la salida en libertad de delincuentes que se dediquen a este tipo de robos.

Doncel confirmaba que, efectivamente, "hay épocas" en que sufren más robos y se quejaba de que la situación de inseguridad en el centro se complica porque " como aquí tienen la comida gratis, la droga gratis y aparcacoches gratis, pues no se van".

El presidente de la asociación señaló que existe "inquietud" entre los comerciantes, "porque en el momento que roban al de al lado, el resto de la gente de la manzana está un poco inquieta, pues no saben si se van a ir a casa y al volver por la mañana se encontrarán la tienda desvalijada de arriba a abajo", sobre todo porque algun robo, como el de la óptica, se produjo a plena luz del día.

La asociación también se ha planteado contratar vigilancia privada. Pidió presupuesto a varias empresas pero el coste es "descabellado", según Doncel.

La instalación de videocámaras de vigilancia ya se ha planteado en otras áreas comerciales, como en Cáceres. Dos municipios, Llerena y Olivenza, pidieron permiso para instalarlas en vías públicas como solución contra los actos vandálicos, pero la Delegación del Gobierno no lo autorizó porque consideró que no existían riesgos concretos e importantes para permitir esta medida excepcional.