En su carrera por salvar del derribo al cubo de la Facultad de Biblioteconomía, el ayuntamiento ha vuelto a presentar otro incidente ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx).

Después de intentar, sin éxito, que se aprobara un incidente de imposibilidad legal de ejecución de la sentencia que ordena el derribo, ahora el ayuntamiento recurre a la fórmula legal del incidente de imposibilidad material y física de restituir el edificio el antiguo Hospital Militar a su estado anterior a las obras para alojar en él la facultad.

"Es material y físicamente imposible devolver un edificio al estado del siglo XIX en el siglo XX y porque presentaba unas patologías, estaba en ruinas buena parte", según el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, quien explicó que el incidente se presentó el 27 de septiembre, amparándose en la legislación y apoyándose en las conclusiones de cuatro informes técnicos elaborados por expertos contratados por el ayuntamiento (como ya anunció este diario en su edición del martes).

"Desde el ayuntamiento estamos ejercitando, con la colaboración de la Junta de Extremadura y de la Universidad de Extremadura (Uex), acciones contempladas en la ley, no estamos haciendo nada fuera de la ley", según Rodolfo.

El consistorio pide al TSJEx que acuerde la suspensión o la inejecución de la sentencia por la imposibilidad material de ejecutarla, pero también porque considera que vulnera la Ley de Patrimonio, como indican en los informes los expertos y también la directora general de Patrimonio Cultural de la Junta.

Además, se invoca en el incidente a "causas sociales y económicas", con base a los informes que le acompañan de la Junta y la Uex.

En el caso de que el TSJEx no acepte este incidente, el consistorio recurrirá ante el Tribunal Supremo, como ya hizo con el anterior incidente. "Agotaremos todas las vías legales", señaló.

ABERRACION Ante la posibilidad de que una vez agotadas todas las vías legales la sentencia se mantuviera y hubiera que derribar el edificio, el concejal de Urbanismo anunció que "a partir de ese día, si llegara el caso, yo dejaré de creer más en la sociedad de lo que ya creo".

Al margen de las consideraciones técnicas y jurídicas, Rodolfo aseguró que "desde el punto de vista político, me parece una aberración de unas dimensiones absolutamente incalculables si esto se lleva a la práctica".

Las personas que han redactado los informes, según dijo, "no son cualquiera, son personas con una cualificación y una sensibilidad hacia el patrimonio".