Para muchos de los que ayer acudieron a esta fiesta, la caravana de los palomos cojos ha supuesto "una puerta abierta para salir del armario", según comentaban ante las cámaras del programa El intermedio Alberto y Paco, una pareja de homosexuales que no quisieron perderse esta cita. "Hemos venido sólo por darle por la boca a Celdrán", ya que, según dijeron, tenían previsto para este fin de semana una escapada, con tratamiento de chocolaterapia incluido.

Esta pareja animaba a "salir del armario", y cuando la reportera les pidió un mensaje para el alcalde, Miguel Celdrán, lo tuvieron claro: "Celdrán, más palomos y menos radares móviles".

Alberto y Paco, igual que otros jóvenes homosexuales, como Patricia y Susana reclamaban respeto por su condición sexual. Estas chicas lesbianas creen que a partir de hoy "Badajoz se convertirán un destino gay", y aprovecharon para reivindicar "un día para nosotros, como hay un día para la madre o para el padre".

Aunque no faltó el carácter reivindicativo, como se vio en algunas pancartas, la fiesta fue sobre todo eso, una fiesta. La gente parecía necesitada de una excusa para beber y divertirse. Había personas de todas las edades, desde niños hasta ancianos.

No faltaron los tambores con los que animó la comparsa Batala ni tampoco algún disfraz de palomo, aunque según reconocieron algunos de los integrantes de la murga Los Murallitas eran los trajes de patos con los que salieron unos Carnavales pasados.

Hubo quien recurrió a las tiendas de los chinos para colocarse unas plumas o unas gafas de plástico rosas, aunque también se vendieron camisetas conmemorativas de la jornada.

Los bares de la zona se implicaron. En La Cacharrería del Chupi un cartel anunciaba "Ortopedia de palomos cojos", también La Bodega de San José ofrecía raciones de palometa coja, mientras que el bar El Aljibe mostraba en su puerta a dos palomos con muletas.

Por la mañana, el alcalde deseó a las participantes "que se diviertan y que tengan una feliz llegada y un feliz retorno". Celdrán reconoció que el hecho de que la ciudad "suene, por cualquier motivo, es bueno, y éste es uno de ellos".

Según declaró, "Badajoz es una ciudad muy abierta y cualquiera que quiera venir a pasar unas horas con nosotros va a ser bien recibido. Sólo deseo tranquilidad".