La tranquilidad fue la nota más destacada por la Policía Local al describir el ambiente del ferial la noche de San Juan, la más corta del año, aunque para muchos fue la más larga, porque se les hizo de día en las casetas. Los principales problemas de tráfico se registraron en la avenida de Elvas después de los fuegos artificiales. Solo en un momento de la noche, los agentes tuvieron que activar el código rojo y derivar el tráfico por la autovía.

Los fuegos congregaron a numeroso público entre el puente Nuevo y el Viejo, que quisieron presenciar un espectáculo pirotécnico que arrancó aplausos tras la traca final. Una nube de polillas en los árboles de la margen izquierda provocó algunas molestias entre los espectadores.

Tampoco fueron muchas las intervenciones de Cruz Roja en el ferial en relación a otras veladas de San Juan de años anteriores. Hubo 40: 7 intoxicaciones etílicas (dos de menores, de 15 años), cortes en los pies, algún esguince y tres traslados al hospital para radiografías.

Al concierto gratuito de El Pescao, patrocinado por Cadena 100, acudieron alrededor de 3.000 personas. Las mayores aglomeraciones en el ferial se produjeron sobre las 5 de la mañana, cuando los jóvenes del botellón se trasladaron a las casetas y en muchas tuvieron que hacer colas.

En las atracciones, los feriantes se conforman y dicen que la feria va bien, aunque "más floja" que otros años, según Julio Naranjo, quien ayer achacó a la bajada nocturna de las temperaturas el que los padres de niños pequeños se vayan antes. La gran noria ya se desmontó ayer, pero no por falta de público, sino porque tenía un compromiso con la feria de Burgos.