THta vuelto Badasom a Badajoz. Después de que el año pasado la crisis y el cambio de gobierno regional se llevara por delante uno de los proyectos culturales en el ámbito de la música más importantes de la ciudad, este año se vuelven a recuperar los ritmos, los acordes y las voces del flamenco y del fado en un festival que termina mañana sábado.

Y volvió Badasom a lo grande. Con primeras figuras del fado y del flamenco, como Paco de Lucía o Carlos do Carmo, que hicieron vibrar y emocionarse a un público entregado a ambos estilos musicales. Sin olvidar a otros importantes artistas, como los extremeños Celia Romero, Pedro Cintas y Carmen La Parreña o los conocidos Macaco y Buraka Som Sistema, que cierran el festival, entre el elenco de reconocidos artistas que con muy buen criterio seleccionó Paco Camps para esta edición. Y aunque la polémica estuvo servida con el precio de las entradas para ver a Paco de Lucía, hay que darle la bienvenida a un festival que ha vuelto con la obligación de quedarse. Es cierto que ver al maestro siempre es caro, pero se pudo haber sido más arriesgado para llevarlo a un lugar con un mayor aforo que hubiera permitido bajar el precio de las entradas y el acceso a más gente para disfrutar de un concierto que probablemente no vuelva a repetirse en Badajoz.

Pero al margen de los artistas, de su caché o del lugar escogido para su actuación, Badasom debe entenderse como algo más que un festival. Badasom es una seña de identidad de Badajoz. Y no sólo por los absurdos localismos que históricamente reparten allí y aquí para que cada ciudad tenga su "rinconcito de gloria". Badasom debe formar parte de uno de los ejes estratégicos de desarrollo de Badajoz como, sin duda, es la relación con Portugal. Una relación que será tanto o más fuerte y duradera si se asienta no sólo sobre la base económica sino también desde las relaciones culturales e históricas que siempre han unido a extremeños y portugueses.