Antes de que continúen leyendo quiero confesarles algo: la murga Pixa a la Fulaneska es algo más que una murga para este que escribe, la murga Pixa a la Fulaneska es mi murga. Soy miembro de esta agrupación carnavalera que nació el año 2010 y debutó en el concurso de murgas el año 2011. ¿Por qué les cuento esto? Pues porque no quiero escatimar información a los lectores que siguen, semana a semana, esta serie de reportajes. Porque quiero que mis lectores sepan que todo lo que van a leer a continuación tiene un marcado carácter subjetivo, y que, en estas dos páginas, se van a mezclar la información y los sentimientos. Y porque ya que voy a escribir acerca de mi murga, me gustaría aprovechar la ocasión para decirles que me siento orgulloso de formar parte de esa maravillosa familia murguera que es Pixa a la fulaneska.

Origen y trayectoria

Un grupo de amigos, procedentes de la murga Dakipakasa, abandonaron las filas de la que había sido su murga durante los últimos años, decidiendo, simultáneamente, no integrarse en ninguna otra. Esto no les impide salir a vivir y disfrutar el carnaval de 2010, cosa que hacen juntos y disfrazados. Después del carnaval comienzan a hablar entre ellos, y casi todos coinciden a la hora de manifestar sus deseos de iniciar una nueva aventura con un grupo de personas a las que les uniesen unos lazos de amistad y una similar concepción del carnaval.

Ahí, en ese primer momento en que germina la semilla de Pixa a la Fulaneska, estaban Juan Mendoza, Juanvi Ramírez, Juan Adolfo Gutiérrez, Santi Linares, Jose Cantero, Lauri Yunta y Diego García. Ellos fueron quienes definieron qué tipo de murga querían alumbrar y cómo creían que tenían que funcionar como grupo para disfrutar del carnaval. Después, paulatinamente, durante el verano y los meses de Septiembre y Octubre, nos fuimos incorporando Paco Bobadilla, Josete Hernández, Jose Toscano, Lele Doval, Mariano González, David Falero, Tania Bernaez, Elia Ortiz y yo mismo, viniendo a completar la formación que pisaría el teatro López de Ayala en el concurso de murgas del Carnaval de 2011.

Nuestra murga debutó con un proyecto que llevaba al escenario una representación de un genuino cabaret de los años I20. Sorprendimos con una exquisita puesta en escena, obra del gran Arturo Lucas, que contó con la colaboración especial de Diego García y su hermano Javi, en el apartado de electricidad. Sobre el escenario nos presentamos con un maestro de ceremonias, encarnado magistralmente por Santi Linares, cinco extraordinarios músicos (tres guitarras, un caja y un bombo), siete hombretones transformados en elegantes señoritas, como el trío oh-la-la y las famosas mandingas, y una descarada Puturrú de Fua, que interpretó, con su gracia natural, el siempre genial Jose Cantero. Junto a nosotros, Elia Ortiz y Tania Bernáez, dos profesionales de la música que, al piano y al contrabajo, nos acompañaron instrumentalmente durante presentación, actuando como figurantes durante el resto del show.

Cantamos mucho y variado: sobre esa manera de entender el carnaval como una insana competición, sobre la prostitución, sobre los niños que abandonan los estudios para comenzar a trabajar desde muy jóvenes, sobre el amor interesado, sobre la belleza artificial- Y presentamos un popurrí cargado de hermosas melodías y variedad de estilos y ritmos, desde el tango al flamenco, pasando por las sevillanas y algún tema del folklore extremeño. En 2012 se incorporaron al grupo los valverdeños Víctor Asensio y Jesús Jorge Sánchez. Y conseguimos desconcertar al público con un cambio radical, presentando un proyecto bautizado como La Fulaneska se desbanda.

Aparecimos ataviados con unos uniformes aterciopelados, teñidos con los colores rosa, verde y blanco, interpretando a una banda de música, al estilo de las que tocan en los partidos de fútbol americano, pero con un toque multicultural, caricaturesco y bastante surrealista, que contribuyó a realzar, con un fantástico trabajo de caracterización, la maquilladora Pepa Casado.

Nos servimos de una gran cantidad de instrumentos musicales en la presentación y en el popurrí. En el decorado, destacaba una enorme figura que representaba la cabeza de la Estatua de la Libertad, obra del escultor Arturo Lucas. Además, cada uno de nosotros, llevábamos un original instrumento musical, creado utilizando materiales reciclados, fruto, también, de la imaginación desbordante del mismo artista zamorano afincado en Badajoz.

En el repertorio, destacaron, por unas u otras razones, nuestro estribillo, que caló rápidamente en el público, la retahíla del 'fíjate-tú' y las tres presentaciones distintas con las que saltamos al escenario en cada una de las fases del concurso. El de 2013 fue un proyecto musicalmente exquisito, en el que predominaban los ritmos andinos y una interpretación en la que, en algunos momentos, desdoblábamos hasta cinco voces diferentes.

Ibamos de peruanos, innovamos utilizando dos músicas diferentes para los pasodobles, y cantábamos sobre temas a priori tan difíciles de enmarcar en el contexto carnavalero como el de la esclerosis múltiple, la excarcelación de un terrorista o el asesinato de unos niños.

Nuestro traje era muy colorido, y, como los dos años anteriores, fue confeccionado por nuestra apreciada Obdulia. Nuevamente, llevábamos en el escenario un diseño de Arturo Lucas, cargado de simbolismo, con dos columnas de hogazas de panes coronadas por alambre de espinos y unas esferas que representaban dos faces del planeta.

La bis cómica la aportaba nuestra mascota, Paquita la llama, que escupía grandes salivazos mientras Lauri la paseaba por el escenario. Este año se incorporaron a la murga Emilio Valor, Pedro Hereda y Jose Linares. Y, ya en 2014, hizo lo propio Pedro Rodríguez, para participar en nuestro proyecto más reciente. Para Orfanata a la Fulaneska, que así se llamó, nos disfrazamos de huerfanitas, y contamos con una institutriz malvada (genialmente interpretada por Paco Cantero), que nos aterrorizó con sus amenazas y soflamas.

De nuevo, la teatralidad y la interpretación fueron fundamentales en nuestro espectáculo. Y llenamos el escenario con cachivaches vintage, útiles de limpieza, una radio antigua y un enorme tenderete, cargado de ropa y sábanas, que enmarcó nuestra actuación en el teatro noble de Badajoz. Allí, una vez más, tuvimos la fortuna de poder cantar de todo y de todas las maneras posibles, descubriendo ante el público de Badajoz nuestros anhelos y añoranzas, presumiendo de lo hermoso de la ciudad y haciendo crítica, elogio y chanza sobre distintos aspectos, asuntos y personajes de candente actualidad.