La escritora Care Santos visitó ayer la Feria del Libro de Badajoz para hablar con los lectores de Media vida, una novela con la que quiere rendir homenaje a las mujeres educadas durante el franquismo en valores «retrógados», anclados en el siglo XIX, y que tuvieron que luchar para adaptarse a la Transición. «Esta generación de mujeres es la única que ha tenido que recorrer ese largo camino; ni sus predecesoras ni sus sucesoras, no ha habido otra con un camino tan difícil», afirmó la autora, a quien este título le ha valido el Premio Nadal de Novela 2017.

«Quería escribir sobre ellas, porque fueron relegadas por el franquismo a una serie de roles que no fueron los mismos que los de los hombres y porque además estas mujeres están vivas y pueden participar y aportar mucho a este debate, como de hecho están haciendo en los clubes de lectura y en las presentaciones», se congratuló la novelista.

Un juego aparentemente inocente entre cinco amigas internas en un colegio de monjas acaba con consecuencias nefastas. Es 1950 y las compañeras no vuelven a verse hasta 1981 en una cena donde se enfrentarán de nuevo a lo ocurrido 31 años atrás. Ahora las amigas, a las que la vida ha deparado experiencias vitales muy diferentes, se reencuentran cuando en España se aprueba la Ley del Divorcio y se vive un momento de «ilusión» en una sociedad que se abre a la modernidad tras el fin del franquismo.

Las antiguas compañeras no acuden solas a la cena. Lo hacen «no solo con lo que han vivido, que es mucho, más de media vida, sino con todo lo que queda pendiente del pasado que no se ha resuelto», explicó la autora, que ha construido a cinco personajes muy dispares para dar forma a esta novela. «Me interesaba mucho que fueran un mosaico de lo que esa época dio de sí. Creía que eran personajes que solo se entendían en una determinada época, en la Transición y con la educación franquista, pero no es así. Seguramente son modelos que siguen muy vigentes para quienes, como yo, tenemos su edad en esta época y e incluso para gente más joven que yo, lo que me ha sorprendido», dijo.

EL PERDÓN / En Media Vida se reflexiona sobre la amistad, el amor, la política, la hipocresía y, especialmente, sobre el perdón. «Se trata de aprender a vivir con lo que el pasado nos va sirviendo. Creo que es una novela sobre madurez. Estoy en el momento vital de las protagonistas, eso no es casualidad, también tengo necesidad de reflexionar sobre ciertas cosas y creo que una de las cosas para la que nos sirve la madurez es para darnos cuenta del peso que tiene el pasado y cómo hay que resolverlo para que no sea excesivo de cara al futuro y una de esas cosas es el perdón. Todos tenemos que administrar ciertos perdones en la vida, como a aprender a vivir con cosas de difícil o imposible digestión y en esta novela hay varios perdones».

Care Santos aseguró que no ha escrito un libro feminista, al menos «pretendidamente», aunque entiende que «quien quiera leerlo en esa clave pueda hacerlo». Lo que no es --afirma rotunda-- es un libro para mujeres, sino sobre ellas. «Yo recomiendo a todo el mundo que lea de todo, pero incluso podría decir que los hombres deberían leer éste para saber qué hacemos cuando ellos no miran», bromeó.

Esta es la décima novela de Care Santos, que publicó su primer libro con 18 años. «Mi único secreto es que trabajo», confesó la autora. «Aunque parece que no está muy de moda reivindicar el esfuerzo ni es muy glamuroso, yo creo mucho en el trabajo y si algo soy en la vida es una ‘curranta’. Y eso hago, trabajar con un horario, como una escritora profesional que soy, y no romperlo ni aunque se termine el mundo», comentó en su encuentro con los medios de comunicación antes de charlas con los lectores.