La asociación Espantaperros y SOS Casco Antiguo coinciden en pedir al Ayuntamiento de Badajoz que durante la celebración del Carnaval no se autoricen en este entorno barras en la calle, ni los artefactos suban con su música más arriba de la avenida Juan Carlos I, ni se permita la apertura de los establecimientos de hostelería durante 24 horas, entre los días 9 y 13 de febrero, como ha solicitado el consistorio a la Junta de Extremadura, según recoge el bando del Carnaval de este año, firmado el 17 de enero por el alcalde, Francisco Javier Fragoso.

Con esta postura, estos dos colectivos acudirán a la reunión de la Mesa del Ruido, convocada mañana jueves, a las 18.00 horas. Ambos irán convencidos de que se abordará como asunto estrella el Carnaval, como así ha confirmado las últimas semanas el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo. Sin embargo, la primer teniente de alcalde, María José Solana, manifestó ayer, a través del gabinete de prensa, que el Carnaval no es un punto del orden del día de la Mesa del Ruido y que ya está publicado el bando. El contenido del bando del Carnaval 2018 (que no aparece en la web del ayuntamiento) es igual que el del año pasado. Recoge que todos los establecimientos públicos recreativos ampliarán el horario de apertura las 24 horas los cinco días mencionados, con un intervalo de cierre de 4 horas para la limpieza y reposición de mercancías entre las 8.00 y las 12.00 de la mañana, donde los que hayan estado abiertos por la noche deberán cerrar al público para facilitar el trabajo del servicio municipal de limpieza, por lo que no podrán colocar veladores. También deja claro que las tabernas, bodegas, cafés, bares, cafeterías y restaurantes que lo deseen podrán instalar barras en el exterior de sus locales previa autorización, en horario des 12.00 a las 8.00 horas de la mañana del día siguiente. Queda prohibida la música en estas barras.

Los dos colectivos antirruido se declaran defensores de la celebración del Carnaval de Badajoz, pero recuerdan que el Casco Antiguo está declarado Zona Acústicamente Saturada (ZAS) y que las normas están para cumplirse, por lo que defienden que se permita en el resto de la ciudad que los locales de ocio instalen barras en la calle, así como que amplíen el horario las 24 horas, pero en el centro histórico consideran que es suficiente con que los negocios nocturnos abran dos horas más a las ya permitidas con su licencia. Ambos están convencidos de que el Carnaval se abordará en la Mesa del Ruido.

El orden del día no lo concreta pues los tres puntos que recoge son: balance de actuaciones, próximos eventos y ruegos y preguntas. El segundo puede referirse al Carnaval, aunque el ayuntamiento ya dejó claro ayer que este tema está cerrado. Por su parte, el presidente de la Confederación de Empresarios de Turismo (Cetex), Antonio Martínez, manifestó que no van a presentar ninguna reivindicación pues están de acuerdo con que los bares puedan abrir todo el día. «Es lo lógico, es Carnaval, no un velatorio», aduce. En cuanto a que las barras de la calle puedan tener música, «no se nos ocurre ni pedirlo».

SOS Casco Antiguo ha hecho llegar a los componentes de la mesa su postura. Defiende que dado que el Carnaval se vive en la calle, los lugares que deben gozar del privilegio excepcional de rebasar los límites sonoros impuestos por la Ley del Ruido deben ser la avenida Juan Carlos I, San Atón, San Francisco, Minayo y Santa María de la Cabeza, donde la música debe quedar circunscrita a la de las murgas, comparsas, artefactos y la propia del ayuntamiento como organizador. También proponen un circuito delimitado previamente para los artefactos y así evitar «que cualquier ingenio con ruedas pueda convertirse en una excusa para tener un artefacto sonoro fijo instalado en la puerta de cualquier local o negocio».

En esta misma línea se expresa José María Iglesias, portavoz de Espantaperros, quien ayer mostraba su sorpresa por que el ayuntamiento convoque la Mesa del Ruido después de haber publicado el bando, pues aduce que quedaron en discutir las consecuencias de la ampliación del horario. Iglesias defiende que el Carnaval debe trasladarse al resto de la ciudad y, en concreto, que el límite de los artefactos esté en Juan Carlos I y no se les permita subir a la plaza de España, pues el problema es la potencia de su música, sin limitadores, que además se multiplica en las calles del centro histórico. No se oponen a que las murgas canten en los escenarios que se van a habilitar en el Casco Antiguo, ni que entren las comparsas. «Nosotros somos amantes del Carnaval, no estamos en contra, pero sí del desmadre en ciertos lugares del Casco Antiguo».

Iglesias insiste en que no habría tantos problemas si la Administración se preocupase de que la ley se cumpliese siempre En este sentido, SOS Casco Antiguo apunta que el cumplimiento regular de la ley por parte de los generadores de ruidos permitiría una mayor flexibilidad de los residentes a la hora de abordar fiestas puntales de interés general, incluso permitiendo el uso de barras a pie de calle y la música, pues su problema no es el Carnaval, sino el ruido que soportan el resto del año de jueves a domingo.