El Casco Antiguo de Badajoz seguirá siendo Zona Saturada de Ruidos tres años más, lo que significa que, durante este tiempo, no se podrán conceder nuevas licencias de apertura de establecimientos que hayan sido considerados origen de esta saturación y además se controlarán los cambios de titularidad. Así será hasta mediados del 2021, según anunció ayer el concejal de Urbanismo, Celestino Rodolfo, cuando informaba de los asuntos abordados la tarde anterior en la Mesa del Ruido. Esta decisión es el resultado del último estudio encargado por el ayuntamiento a una empresa especializada que ha realizado mediciones. Rodolfo apuntó que la normativa no establece la reducción de horarios.

La declaración como Zona Saturada de Ruidos está en vigor desde diciembre del 2010 y se renovó en el 2014. Una vez caducada su vigencia en octubre del 2017, el ayuntamiento aprobó una prórroga hasta tanto concluyese el nuevo estudio encargado, que ha dado como resultado que se dan las condiciones para mantener la declaración y los espacios afectados. Rodolfo no pudo concretar el área que abarca, y si es la misma que en la última declaración. La dará a conocer la próxima semana. En la declaración en vigor se contabilizaron 73 negocios susceptibles de emitir ruidos (bares, pubs, discotecas, cafeterías y restaurantes). El ámbito que abarca, que se amplió respecto al 2010, es el comprendido entre la plaza de San Atón, Zurbarán, San Sisenando, Puerta Trinidad, Eugenio Hermoso, Bravo Murillo, Joaquín Costa y Ramón y Cajal; 23 calles en total. Rodolfo también recordó que el ayuntamiento está trabajando en el mapa estratégico de ruidos de la ciudad, que se tiene que actualizar cada 5 años.

La reunión de la Mesa del Ruido no estuvo exenta de polémica por las manifestaciones previas hechas públicas por algunos de sus integrantes. Como ya adelantó este diario, no asistió la Asociación Espantaperros, en desacuerdo con que el ayuntamiento haya publicado el bando del Carnaval antes de la reunión. El concejal de Urbanismo manifestó que espera que este colectivo vuelva a la Mesa del Ruido que, por otro lado, según apuntó Rodolfo, no toma decisiones, que competen en exclusiva al equipo de gobierno municipal, aunque sus aportaciones puedan ser tenidas en cuenta.

En esta línea, el concejal insistió en que el Carnaval «es innegociable» por ser una fiesta que forma parte «de la esencia» de Badajoz y cuando «marcamos las pautas nos hacemos eco del sentir de la ciudad». Aun siendo así, dijo que comprende la situación que denuncian los vecinos afectados por el ruido el resto del año y que puedan estar volcando este enfado en el Carnaval.

Según Rodolfo, esta reunión no iba a ser monográfica del Carnaval, aunque acaparó buena parte del debate. Además, se rindió cuenta de las acciones en los últimos dos meses. En este periodo, la policía local ha realizado 59 controles de veladores, con 24 denuncias. Ha habido 87 llamadas de vecinos por molestias de los bares y se han realizado 70 controles de establecimientos de hostelería que se han saldado con 44 denuncias por falta de documentación, 17 por incumplir el horario, 7 por mantener las puertas abiertas, 2 por precinto de la instalación musical, 3 por desobediencia, 2 por fumar dentro del local y 5 por realizar botellón. Por otro lado, se han abierto 5 expedientes sancionadores a 4 locales (3 del Casco Antiguo y uno en Valdepasillas), que han dado lugar a sanciones de 90.000 a 6.000 euros. Según expuso la asociación SOS Casco Antiguo, las multas no son suficientes si no se suspenden las licencias de los infractores reincidentes.

El equipo de gobierno se comprometió a incrementar la vigilancia policial con 4 agentes más para el control e inspección «en las próximas fechas». Además, como los vecinos se han quejado de las molestias del servicio de limpieza, la empresa concesionaria, FCC, ha enviado cartas a su personal pidiendo que desarrolle su trabajo «de la manera más silenciosa posible».