Los vecinos de los seis bloques de pisos de la barriada de San Fernando situados entre la calle Mérida y Augusto Vázquez llevan tres años esperando que el Ayuntamiento de Badajoz asuma sus espacios comunes, ahora de propiedad privada pero con uso público. A finales del 2015 entregaron toda la documentación para que se produjera la cesión efectiva pero el expediente sigue en el servicio de Patrimonio pendiente del informe técnico.

El problema, según reconoció ayer el concejal de Infraestructuras, Jesús Coslado, es de personal en el servicio de Patrimonio, por la baja de una funcionaria, pero confía en que «en breves fechas» se solucione, ahora que se ha podido «rearmar» este servicio con el trasvase de trabajadores de la Inmobiliaria Municipal. Coslado quiso recalcar que tiene un «tremendo interés» en resolver las condiciones de estos vecinos, pues además éste es su barrio «y es una pena que no se haya podido hacer con mayor celeridad».

Julián Ortega y su mujer han luchado durante años por que estos espacios los asuma el ayuntamiento. En diciembre del 2013 el consistorio asfaltó algunas de las calles y construyó cuatro rampas con fondos sobrantes del remanente. Pero por efecto del abandono, las aceras han seguido deteriorándose, persisten barreras arquitectónicas, los jardines son terregales o están cubiertos de matojos y de 14 palmeras, solo queda una en pie por la acción del picudo rojo. Ante la falta de respuesta, acudieron al Defensor del Pueblo incluso. Coslado aseguró que no hace mucho se reunió con los afectados, en concreto con los presidentes de comunidades y administradores, pues no considera a Ortega portavoz de estos vecinos desde que compareció con el grupo socialista para denunciar la situación.