En la pedanía de Villafranco del Guadiana no han vivido un hecho igual al ocurrido ayer en la única sucursal bancaria que funciona en el pueblo y a la Guardia Civil le sorprendió la inusitada violencia que emplearon los ladrones para intentar conseguir su propósito. Pasadas las 8.30 de la mañana, dos atracadores empotraron un coche contra la puerta de la oficina de Banca Pueyo, entraron encapuchados en el local, donde había dos clientes, y se enfrentaron al único empleado, al que hirieron de gravedad con un arma blanca. Los delincuentes no llegaron a apoderarse de ningún botín, según confirmó la Guardia Civil, que ayer continuaba la búsqueda de los autores del atraco frustrado, que se dieron a la fuga en el mismo vehículo por la autovía en dirección Madrid.

La oficina de Banca Pueyo en Villafranco se encuentra en una plaza céntrica, a pocos metros de la del ayuntamiento. Desde que abrió en la localidad esta entidad, Jesús M. P. es su único empleado, aunque a veces lo ayuda alguien de refuerzo. Con 38 años, está casado, es padre de un bebé de pocos meses y es una persona conocida y apreciada en Villafranco. Jesús M. P. es y vive en Badajoz, desde donde se desplaza a diario. Ayer acababa de abrir la oficina cuando sobrevino un estruendo. Dentro estaban dos clientes, ambas personas mayores, un hombre y una mujer. De repente, un Mercedes de color azul oscuro se empotró contra la puerta de entrada, en la fachada, situada entre un cajero automático y una ventana. La puerta solo se puede abrir por dentro si alguien llama desde la calle. El coche rompió el cristal y hasta el pasamanos por el fuerte impacto. Dos personas salieron del vehículo con la cara cubierta con pasamontañas y entraron en la oficina. Al parecer, el empleado salió del mostrador desde el que atiende a los clientes y se encaró con ellos, que lo golpearon y le asestaron al menos dos puñaladas con un arma blanca, posiblemente una navaja.

Como consecuencia de la agresión, el empleado sufrió heridas de gravedad y fue trasladado al Hospital Universitario de Badajoz, donde ayer permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Según informó el Servicio Extremeño de Salud (SES), se encontraba estable, dentro de la gravedad. Sufrió heridas y traumatismo en el tórax, con neumotórax, y herida en el rostro que requería cirugía.

Las únicas palabras que pronunciaron los ladrones al acceder al interior de la sucursal fueron: «dinero, dinero», sin que los testigos pudiesen discernir si su acento era o no extranjero. Según el alcalde de Villafranco, Juan Sánchez, el cliente se enfrentó a ellos por detrás y la mujer salió a la calle gritando, lo que llamó la atención de otros vecinos y provocó que se frustrase el atraco, pues los ladrones no lograron llevarse nada. Volvieron a subir en el vehículo y se dieron a la fuga por la antigua carretera de Madrid en dirección a Badajoz y prosiguieron hacia la autovía. Inmediatamente, la Guardia Civil montó un dispositivo de cierre de todas las vías de comunicación, principales y caminos anexos. A la hora de cierre de esta edición, no habían sido localizados. De la investigación se hizo cargo la Policía Judicial, que recogió pruebas en el lugar de los hechos. Al parecer, el Mercedes con el que circulaban fue robado en las Vaguadas, es propiedad de un Policía Nacional y su desaparición había sido denunciada días atrás.