El Servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario de Badajoz ha incorporado un microscopio quirúrgico de última generación que permitirá realizar la videoangiografía intraoperatoria para patologías vasculares del cerebro y la médula.

Esta técnica posibilita ver la permeabilidad y el flujo sanguíneo de las arterias y las venas del cerebro en tiempo real durante una intervención quirúrgica. En un símil, la Junta explicó ayer que operar una malformación arteriovenosa es parecido a ir eligiendo qué cables cortar y cuáles no «en una bomba de relojería». Cuando los neurocirujanos tienen que operar un aneurisma o una malformación vascular cerebral, resulta «de suma importancia» la identificación de las arterias y las venas normales y patológicas. Una vez que se le hace una ventana al cráneo y se expone el aneurisma o la malformación, hay que identificar las estructuras vasculares y el flujo de sangre a través de ellas. Con esta técnica se inyecta una sustancia que, con el nuevo microscopio quirúrgico, permite ver los vasos sanguíneos de un color fluorescente en función del flujo que llevan, lo que posibilita saber realmente los que son arterias y las que son venas. Además, se puede llevar a cabo un control intraoperatorio. Neurocirugía cuenta con dos microscopios quirúrgicos: el adquirido ahora, con un coste de 254.000 euros y otro destinado a fluorescencia tumoral.