La mayoría de los bloques de viviendas con más de tres alturas que carecen aún de ascensor pueden encontrar una solución ajustada a sus condiciones específicas para instalarlo. Es lo que defiende Apamex, cuya Oficina Técnica de Accesibilidad (Otaex) ha prestado ya asesoramiento a más de un centenar de comunidades de propietarios de Badajoz.

El primero que se instaló fue en la avenida de Villanueva. Como en otras ciudades, en Badajoz se han ido colocando paulatinamente ascensores exteriores en muchos edificios y, en estos momentos, se están resolviendo aquellos situados en inmuebles para los que se creía que no existía solución. «Están saliendo los más complejos», apunta Jesús Gumiel, presidente de Apamex. Así, en la actualidad se están habilitando delante de las puertas de acceso en bloques en Juan Pereda Pila y en la avenida del Perú.

Gumiel apunta que en edificios con solo 4 plantas no era habitual instalarlos por el elevado coste a repartir entre pocos vecinos. En diciembre del 2017 concluyó el plazo máximo para que todas las comunidades de propietarios cumpliesen los requisitos de accesibilidad y todos los bloques de más de 3 alturas debían tener ascensor. La realidad es que aún existen incumplimientos. Pero la cuestión está, según Gumiel, en que a los afectados no les preocupa la normativa sino «la necesidad». Por eso a la Otaex están llegando más peticiones de asesoramiento para realizar estudios precisamente de casos complicados. Es lo que sucede en inmuebles que por su antigüedad tienen falta de espacio, o problemas de servidumbre o edificios con alguna protección, ubicados en el casco histórico. Hay zonas sin embargo donde es más difícil, como Las 500 de San Roque, por el bajo nivel adquisitivo y la falta de espacio. «Pero prácticamente en casi todas las barriadas están ya instalados y cada vez que se coloca uno, otros edificios de la misma tipología copian el ejemplo», señala Gumiel. El presidente de Apamex subraya que la mayoría de estos casos tienen solución, negociando con las administraciones, en función de la casuística.

La Otaex se ofrece a realizar el estudio, pero los vecinos tienen que ponerse de acuerdo. En este aspecto, también ha habido situaciones en las que ha intervenido, como ha ocurrido con un edificio de la avenida Santa Marina, donde no había forma de que los propietarios se reunieran y desde la Otaex se pusieron en contacto con el administrador para que provocase la reunión.