Solo los más allegados han asistido esta mañana al funeral de Miguel Celdrán en la parroquia de San José, cumpliendo así el deseo de la familia, que pidió que su despedida se desarrollase en la más estricta intimidad a causa de la pandemia. En otras circunstancias, el último adiós a quien fue alcalde de Badajoz casi dos décadas, fallecido la madrugada de ayer a lo 80 años, hubiera sido multitudinario, pero el cariño que amigos, compañeros del PP y de otros partidos políticos y ciudadanos han mostrado a través de sus redes sociales desde que se conoció su fallecimiento también se ha sentido en las ausencias obligadas de hoy, con el que se ha demostrado el mayor de los resto a él y a sus seres queridos.

Minutos antes de las 9.30 horas, hora del funeral, ha llegado el coche fúnebre a la puerta de la parroquia (fue necesario un segundo vehículo para trasladar la enorme cantidad de coronas y ramos de flores). Bajo un absoluto silencio, varios familiares del exalcalde han transportado a hombros el féretro al interior del templo, donde se ha celebrado la misa, concelebrada por cinco sacerdotes y que ha presidido Antonio Muñoz Aldana, amigo personal de Celdrán. En su homilía ha destacado la autenticidad y generosidad del exalcalde y se ha referido a sus «dos amores»: su familia y Badajoz, lo que le llevó a dedicarse a la política con el fin de «servir a la ciudad».

Una vez finalizado el funeral y cuando el coche fúnebre partía en dirección al cementerio de San Juan, donde ha recibido sepultura, los presentes le han dedicado un intenso y largo aplauso para darle su último adiós.

Entre los pocos asistentes al funeral, unas 90 personas, menos del aforo permitido en el templo, se encontraban el presidente del PP extremeño, José Antonio Monago, el alcalde de Badajoz, Francisco Javier Fragoso, el secretario general del PP, Fernando Manzano, diputados autonómicos y concejales del actual equipo de gobierno de la ciudad y exediles de anteriores legislaturas, que también ejercieron responsabilidades bajo sus mandatos.

En el entorno de la parroquia se ha establecido un importante dispositivo de la policía local por si se producían aglomeraciones, pero no ha sido necesaria su intervención en ningún momento, pues solo algunos ciudadanos se han parado unos minutos en señal de duelo, guardando todas las medidas de seguridad.

Las personas que deseen mostrar sus condolencias pueden hacerlo en los libros virtuales que han habilitado en sus páginas web tanto el PP provincial como el Ayuntamiento de Badajoz. En el de este último, los vecinos podrán dejar los mensajes hasta el domingo 31 de enero. Una vez impresos, se entregarán a los familiares.

Hoy es la segunda jornada de luto oficial por la muerte de Celdrán y las banderas siguen a media asta en señal de duelo. Tampoco se han celebrado ni actos oficiales ni ruedas de prensa. La situación de crisis sanitaria impide que se puedan llevar a cabo en estos momentos homenajes en reconocimiento de la trayectoria del veterano político, pero tanto el alcalde como el PP han asegurado que se le recordará como merece en cuanto la pandemia lo permita.

Las ausencias y el silencio de hoy en su funeral han sido el primero de los que vendrán.