Una treintena de efectivos, entre agentes de las policías Nacional y Local y voluntarios de Cruz Roja, han estado esta mañana rastreando la zona entre Los Colorines y Las Cuestas de Orinaza en busca del joven Pablo Sierra, desaparecido en Badajoz desde la madrugada del pasado viernes. Los investigadores no dan detalles de los indicios que han podido desplazar la búsqueda a esta parte de la ciudad. No obstante, se ha finalizado sin éxito.

Rastreo este lunes por la mañana en las inmediaciones de Las Cuestas de Orinaza.

Aunque previamente se informó desde la Policía Nacional que hoy se iba a inspeccionar el entorno de la residencia universitaria en la que se aloja este estudiante de Medicina, la Rucab, finalmente esos terrenos fueron revisados este domingo, sin resultados.

En esta cuarta jornada de búsqueda, se ha establecido un puesto de mando provisional junto a los depósitos de La Luneta, que posteriormente se ha trasladado al restaurante Marchivirito, pues el dispositivo ha continuado por las laderas del Fuerte de San Cristóbal. El rastreo en este entorno ha terminado igualmente sin resultados y el dispositivo se ha trasladado esta tarde a la zona entre las carreteras de Sevilla y de la Corte de Peleas, en los alrededores de Suerte de Saavedra, la barriada de San Miguel y la de Tulio, donde las tareas se centrarán en el tramo del arroyo Rivillas, donde hay una zona de cañizos.

Dispositivo de búsqueda por el Fuerte de San Cristóbal.

De momento, no se prevé regresar al Guadiana, donde se han centrado las labores de los equipos de emergencia durante los tres últimos días, después de que el teléfono móvil del joven fuera hallado en El Pico. Este lunes no participan medios acuáticos ni aéreos en el dispositivo. La Delegación del Gobierno ha confirmado esta tarde que al dispositivo se ha sumado la Unidad Canina de la Guardia Civil, con perros adiestrados en la búsqueda de personas, que, a diferencia del resto de efectivos, está revisando de nuevo el entorno del río.

Operativo policial en los alrededores de Los Colorines. ANDRÉS RODRÍGUEZ