Ofrecer una solución inmediata, integral y urgente a una persona a la que se le incendia la vivienda y no tiene donde vivir, a un viajero que llega a la ciudad sin recursos para poder alojarse por su cuenta, a una familia que se queda sin casa por su situación económica o a personas vulnerables sin hogar en riesgo exclusión social. Atender estas y otras situaciones, darles cobijo y ofrecerles una salida es lo que se pretende con el gran centro social de acogida temporal que proyecta el Ayuntamiento de Badajoz con la construcción de un edificio de 2.000 metros cuadrados de cuatro plantas entre la avenida Padre Tacoronte y la calle Zapata, en El Progreso, con el que cumplirá además el objetivo de la regeneración urbana del entorno.
De momento, va a sacar a licitación la redacción del proyecto por 110.683 euros y el presupuesto para la edificación es de 1.951.300 euros, con cargo a la estrategia Edusi. Esta iniciativa, denominada proyecto integral 'Vías Arriba', ya fue avanzada a principios del año pasado, pero entonces faltaba definirla y, lo más importante, carecía de financiación. En el ayuntamiento ya tienen más claro lo que quieren y este viernes han presentado el proyecto la concejala de los fondos Edusi, Blanca Subirán, y el del Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS), Antonio Cavacasillas. El edificio tiene que estar concluido antes de que termine 2023, que es plazo marcado por los fondos europeos.
El inmueble se configurará como un espacio residencial con servicios de apoyo sociales y de acompañamiento. Tendrá tres partes diferenciadas, con accesos distintos. Por un lado, en la primera planta habrá una vivienda colectiva para atender situaciones de emergencia social que podrá acoger hasta a 40 personas de manera urgente con una estancia de corta duración. Tendrá 18 habitaciones dobles y 4 individuales, además de un servicio de acogida e información, orientación para el empleo y asesoramiento e intermediación para el acceso a la vivienda, espacios para el acompañamiento diurno y para la cobertura de necesidades básicas. En la primera planta habrá un gran salón, comedor, sala de televisión, lavandería. Por otro lado, una casa de acogida también colectiva para hasta 15 usuarios que tengan que permanecer un tiempo medio, con habitaciones individuales con baño, cocina, comedor y sala de televisión, en la segunda y tercera planta . Por último, en la cuarta planta, dos o tres apartamentos individuales para familias cuya estancia, aun siendo temporal, sea más prolongada. El edificio contará con un garaje en la planta sótano donde también tendrán cabida servicios comunes, como una lavandería. Además deberá disponer de patio o terraza para los usuarios como lugar de esparcimiento.
El objetivo, según ha explicado Cavacasillas, es proponer un cambio de modelo de atención a personas con dificultades de acceso a la vivienda que requieran una solución con "un planteamiento global, integral y coordinado" con otras entidades, con un enfoque mixto, de manera que se ofrezca un sistema flexible de alojamiento y una red de servicios para restaurar el proyecto de vida con una atención sociolaboral de personas que no tengan hogar, en espacios de convivencia no masificados en los que se dará prioridad a las mujeres. La intención es dar cobertura a los diferentes perfiles ofreciéndoles soluciones diversas de manera que el edificio se adaptará a las necesidades individuales. En este proyecto el ayuntamiento va de la mano de Cáritas y de la Junta de Extremadura para su funcionamiento, aunque la construcción depende en exclusiva del consistorio. Cuando llegue el momento, se valorará si integra los recursos del Centro Hermano y el centro de acogida de la calle Bravo Murillo.