Inseguridad del alumnado

Denuncian por «peligrosa» la salida del colegio San Pedro de Alcántara

Padres y docentes alertan del riesgo de atropello y piden que se mejore la seguridad vial en la zona con la incoporación de «algún tipo de barandilla»

El ayuntamiento asegura pretender solucionarlo «en cuanto sea posible»

Colegio San Pedro de Alcántara a la hora de salida del alumnado a mediodía, ayer.

Colegio San Pedro de Alcántara a la hora de salida del alumnado a mediodía, ayer. / Santi García

Claudia Goyeneche

Claudia Goyeneche

Una barandilla que «frene a los niños que salen de golpe» a la salida del centro. Es la medida que reclama el colegio San Pedro de Alcántara al Ayuntamiento de Badajoz para prevenir el riesgo de atropello a los alumnos. Así lo explica a este diario la directora del centro, Agustina Carmona, que asegura haber tenido más de un susto en la zona ya que no existe acerado, y pese a ser una plataforma única, «los coches suelen circular a gran velocidad»

Hace un tiempo, desde el centro redactaron un escrito demandando la incorporación de una barandilla, señalización vertical y un paso de peatones que evidenciara que es una zona con prioridad para los escolares que salen del centro. 

El pasado febrero el ayuntamiento agregó dicha señal y pintó el paso de peatones en la calle del colegio (José Lanot), pero no incorporó la baranda, que era lo más demandado por el colegio. «Desde las instituciones públicas nos dan largas, prometen traer la barandilla pero no lo llevan a cabo. Agradecemos todo lo demás, pero nos falta lo más importante», expresa Carmona. 

Juan Antonio Romero es el padre de Yolanda, una de las alumnas del centro. Es uno de los muchos tutores que consideran la barandilla una «buena medida» para el peligro que supone la brusca salida de los niños en el fin de la jornada escolar: «Son niños, y salen del colegio o jugando o con prisas. Es peligroso»

El ayuntamiento, «sin novedades»

Desde el Ayuntamiento de Badajoz aseguran «contar sin novedad» sobre la demanda que presenta el centro educativo. El equipo de gobierno expresa tener anotada la necesidad de la barandilla, que será instalada «en cuanto sea posible».

El centro cuenta con más de un centenar de alumnos de entre tres y 12 años. El problema, como explica Carmona, es que la actividad docente no se limita a la mañana: «Hay formación a todas horas y mucha afluencia de alumnos, por las tardes tenemos, además, actividades de robótica o de formación complementaria, entre otras. Por esta razón, no dejan de salir y entrar niños», afirma. 

Una de las medidas que ha tenido que llevar a cabo el colegio es enlazar el horario entre el fin de la jornada y el inicio del comedor escolar. «Tuvimos que eliminar la pausa que había entre estas dos actividades para que a la salida hubiese menos afluencia de niños».

 La directora del centro explica que este sistema se implementó con el propósito de que el alumnado abandone «gradualmente» las instalaciones educativas, para así «evitar el riesgo que supone».