LA JUNTA SIGUE NEGOCIANDO CON EL MINISTERIO DEL INTERIOR LA CESIÓN DEL RESTO DE BLOQUES
Los pisos para alquiler social en Suerte de Saavedra estarán listos a final de año
La Consejería de Infraestructuras está aún valorando la fórmula más «idónea» para llevar a cabo el proceso de adjudicación de estas primeras 40 viviendas ante la elevada demanda de solicitudes que se prevé

Obras de la primera fase para rehabilitar los conocidos pisos de la Guardia Civil, en un cuya fachada ya es visible el avance de los trabajos. / S. GARCÍA

La rehabilitación de los conocidos como pisos de la Guardia Civil, en la barriada pacense de Suerte de Saavedra, avanza y las primeras 40 viviendas que la Junta de Extremadura va a destinar a alquiler social estarán terminadas a finales de este año. Ese es la fecha que maneja la Consejería de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, que, según explica, todavía está estudiando la fórmula más "idónea" para llevar a cabo el proceso de adjudicación de estas casas ante la elevada demanda de solicitudes que se prevé.
Inicialmente, la voluntad era que este trámite se realizara de forma paralela a las obras, para que las familias adjudicatarias pudieran ocuparlas en cuanto estuvieran acabadas, pero, por ahora, no precisa cuándo podría abrirse la convocatoria.
Estos 40 pisos son la primera fase de una actuación mucho más ambiciosa y con la que se quiere paliar en parte la falta de viviendas sociales en Badajoz. La intención es disponer de otros 50 pisos de este mismo grupo de bloques, para lo que se sigue negociando con el Giese, el organismo autónomo que se encarga de gestión, venta y subasta de comisarías, casas cuartel y solares de las Fuerzas de Seguridad del Estado. En el caso de Suerte de Saavedra, el Ministerio del Interior era el propietario de los 5 bloques -ubicados en la calle Eduardo Naranjo con Ventura Reyes Prósper-, con un total de 90 pisos, de los que, de momento, solo se han cedido a la Junta estos 40 que ahora se están reformando.
No hay fecha prevista para el acuerdo que haga posible que pasen a manos del Gobierno extremeño, aunque los proyectos de rehabilitación de todos los bloques ya están redactados. Se adjudicaron en tres lotes al mismo tiempo para agilizar los trámites y tenerlos listos para cuando se asumiera la titularidad de los que quedan pendientes. Hay al menos 8 de estos pisos que están okupados desde 2017, un problema que se tendrá que solucionar antes de reformarlos.
Las obras de la primera fase arrancaron a principios de este año. El contrato de rehabilitación energética se había adjudicado meses antes, en abril de 2023, a la empresa Albero Extremadura por 1.820.644 euros. El 89% de la financiación es con cargo a los fondos Next Generation.
La previsión era que los trabajos comenzaran en junio de ese mismo año, pero no se cumplió. La nueva fecha que se anunció fue octubre, pero tampoco llegaron los albañiles entonces y el inicio de la obra se retrasó hasta enero.
Notable cambio
Estos bloques de pisos se construyeron hace 40 años, en 1984, y el principal objetivo de la actuación es mejorar su eficiencia energética. Los trabajos que se han acometido hasta ahora ya dejan apreciar el notable cambio exterior, donde dejará de ser visible su característico ladrillo visto.
Con estas obras se pretende reducir el consumo de energía primaria no renovable del edificio en más de un 20%. Para ello, se ha mejorado el aislamiento térmico de fachadas, cubiertas y suelos, carpinterías y acristalamiento de los huecos, de forma que se limite la demanda energética necesaria para alcanzar el bienestar térmico en función del clima y del uso.
Además, se limita el consumo energético del inmueble, que se procurará abastecer mediante el uso de energía procedente de fuentes renovables y sistemas de climatización de bajo consumo.
Mejora de la accesibilidad
Estas actuaciones también permiten hacer más funcional el edificio para su uso residencial, haciendo accesibles las zonas comunes y las viviendas.
El proyecto también contempla llevar a cabo intervenciones de mantenimiento y reparaciones para dar solución a los problemas de humedades que presenta el edificio. Lo que no se ha modificado es la distribución original de los espacios.
Ocho años de espera y reivindicación vecinal
Pese a la demora de los trámites y los plazos incumplidos, la Asociación de Vecinos de Suerte de Saavedra no ha dejado de reclamar la conversión de los conocidos como pisos de la Guardia Civil en viviendas para alquiler social por la «gran necesidad» que tienen las familias más vulnerables. Han sido ocho años de espera y reivindicaciones hasta que vieron empezar las obras. La negociación entre la Junta de Extremadura y el Ministerio del Interior para la cesión de los primeros 40 pisos se alargó durante varios años y después vinieron los trámites y plazos para licitar la redacción de los proyectos y, por fin, sacar a concurso los trabajos de rehabilitación energética.
En este tiempo, los vecinos alertaron en más de una ocasión del progresivo deterioro de los bloques, cuyas ventanas y puertas se tuvieron que tapiar para evitar que fueran okupados o destrozados. En el exterior, la ausencia de moradores y la falta de mantenimiento hacía cada vez más visible su lamentable estado.
Si han estado pendientes de las obras, los representantes vecinales también los estarán del proceso de adjudicación de las viviendas, que ya han pedido que se lleve a cabo de « manera transparente» y se ofrezca una información clara a los interesados para que puedan solicitarlas.
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