La escalera noble del Hospital Provincial de Badajoz estará totalmente restaurada en las próximas semanas

La escalera noble del Hospital Provincial de Badajoz estarán restauradas dentro de unas semanas. El plazo que maneja la Diputación de Badajoz, propietaria del inmueble, es que las obras finalicen en junio de este año. El inicio de las mismas fue en marzo de 2023.

El edificio que se levantó para albergar el antiguo Hospital de San Sebastián, conocido popularmente como Hospital Provincial de Badajoz, que funcionó desde 1694 hasta el 20 de abril de 2003, alberga grandes espacios y rincones singulares. Entre las estancias más conocidas por los pacenses se encuentran los patios y la escalera noble. Esta está datada de 1774, según recoge el proyecto de la diputación provincial. Fue el obispo Minayo quien mandó construir el Hospicio Real y su autor fue el arquitecto Nicolás de Morales Morgado.

Una escalera singular

La escalera se trata de un espacio de 12 metros de altura. La luz natural entra en ella gracias a un lucernario que lo culmina. El espacio está decorado con pinturas tanto en paredes como en la bóveda. Los peldaños están fabricados en mármol blanco, aunque se sospecha que pudieran ser de una época posterior a la de su creación, como ocurre con el zócalo de revestimiento del mismo material que rodea el recinto. Asimismo, cuenta con un «peto central de piedra marmórea con detalles labrados en la piedra que parece original de la escalera». 

No es el único ornamento con el que cuenta este elemento arquitectónico, en uno de los extremos se ubica un adorno de forja acabado en un farolillo. Así como las paredes, que cuentan con cuatro pinturas sobre lienzos, todos elaborados para este recinto, ya que la geometría de las obras se adapta a los paramentos de la escalera. La temática de los lienzos son escenas de hospitales, motivos religiosos como la resurrección de Lázaro o la Piedad y representaciones del escudo de la ciudad de Badajoz.

Otro de los elementos que más llama la atención se encuentra entre los dos tramos de escaleras y es una estatua de mármol de Sebastián Montero de Espinosa. Este capitán del siglo XVII fue fundador del hospital y es considerado uno de los mayores filántropos de la época en Badajoz.

El lucernario, un problema

En la parte más alta, cuenta con un lucernario de más de cinco metros de diámetro que da luz a la escalera y que está diseñado con forma geométrica. Este tiene tres cuerpos: el inferior, de forma circular; el segundo es un prisma con base octogonal abierto en su parte superior; y el tercero de ellos es una pirámide ligera abierta en su base.

Este elemento tan destacado de la escalera ha generado tanto alegrías visuales por su belleza, como muchos contratiempos por las filtraciones de agua de lluvia. Su estructura es muy "básica y ejecutada con poca exigencia, pues la geometría no es regular", indica el documento público. Esto ha hecho que "por el mal ajuste de las piezas ha habido filtraciones durante muchos años". Por este motivo, se ha intervenido en varias ocasiones sobre él, muestra de ello está en las "reparaciones con masilla, resinas, etc., realizadas en las uniones de los vidrios con las piezas metálicas".

La filtración ha afectado al contorno de la cúpula, tanto al muro perimetral como a las molduras del perímetro y a la pintura. Este ambiente húmedo también ha generado que los cuadros se hayan visto afectados y los pasamanos metálicos se hayan oxidado.

Las intervenciones

Por estos motivos, se decidió desmontar el lucernario y sustituirlo por uno nuevo con la misma geometría para mantener la imagen del espacio. Con este espacio cumpliendo "los requerimientos de seguridad y utilización necesarios para un mantenimiento adecuado" facilita la restauración de los distintos elementos que componen la escalera noble, así como las obras que la adornan.

Según indican desde la Diputación de Badajoz, la restauración de la escalera incluye, además de la sustitución del lucernario, "la restauración de los paramentos, elementos ornamentales y las pinturas murales que decoran la zona".

Acondicionamiento de restauración

La segunda de las intervenciones ha sido de carácter técnico para habilitar salidas de humos de los espacios de restauración situados en la planta baja localizados más próximos a la plaza de San Atón. Para ello, han instalado un sistema de conductos verticales conectados a las chimeneas existentes en las cubiertas.

En planta baja los conductos son vistos, en acero lacado en blanco y en las plantas superiores estarán ocultos con mochetas de pladur sistema cortafuegos.

Exposición

Otra de las actuaciones conlleva la creación de un espacio expositivo en una de las galerías del edificio. En ella, se exhiben "las piezas históricas vinculadas al antiguo hospital", custodiadas en el Museo Arqueológico provincial de Badajoz hasta ahora.

Entre dichas piezas destacan los escudos heráldicos de Sebastián Montero de Espinosa y Manuel Pérez de Minayo y Zumela; la corona del escudo real de Carlos III y una estatua de San Francisco. La intención de la Administración Provincial es crear un espacio expositivo de manera permanente en "un lugar principal del edificio". Se ha escogido la galería norte, que conduce hasta la escalera noble, para proponer continuar la exposición allí.

Estos elementos ya están ubicados y la secuencia expositiva será la siguiente: el escudo de Sebastián Montero de Espinosa junto a un panel en el que se explica el origen del edificio; el escudo de Manuel Pérez de Minayo y Zumela con una explicación sobre la fachada del inmueble hasta 1931; el tercer elemento es la corona del escudo real de Carlos III que va acompañada de una definición de cómo era la fachada del edificio desde 1931, con los escudos republicanos labrados en la puerta y sin los anteriores elementos. Por último, la estatua de San Francisco de Asís que va con una explicación sobre la relación de la Orden Franciscana y los hospitales.

La escalera también servirá como espacio expositivo y se colocarán unos letreros con los nombres de los cuadros.

El proyecto de restauración en el Hospital Provincial cuenta con una inversión cercana a los 250.000 euros. En el proyecto están trabajando una restauradora que ha limpiado las piezas y está restaurando los cuadros, arquitecto que redactó el proyecto y un arquitecto técnico, según informan desde la diputación.