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Data del siglo XVIII

La escalera noble del Hospital Provincial ya se puede visitar

La Diputación de Badajoz culmina la renovación de este espacio acompañado de un nuevo recorrido museístico

La intervención ha durado dos años y ha supuesto una inversión de 250.000 euros

Claudia Goyeneche

Claudia Goyeneche

Badajoz

Badajoz ha recuperado una joya arquitectónica en el Hospital Centro Vivo. Ya se puede subir —aunque aún no conduzca a ninguna parte— por una de las escaleras con mayor valor artístico y patrimonial de la ciudad. 

La diputación ha inaugurado esta mañana la emblemática escalera noble del Hospital Provincial tras una restauración de dos años. Una intervención compleja y delicada que recupera parte de la memoria histórica y artística de la ciudad

La presidenta de la Diputación de Badajoz, Raquel del Puerto, ha destacado que el proyecto ha supuesto una inversión de 250.000 euros, con tres actuaciones diferenciadas: la restauración de la escalera, la mejora del sistema de extracción de la primera planta y la creación de un nuevo espacio museístico en la galería norte.

Si bien la escalera, que data del siglo XVIII, ya está abierta al público, aún no conecta con otras zonas funcionales del edificio. En la actualidad, la primera planta está cedida al Sexpe para la realización de cursos de formación y las plantas segunda y tercera, propiedad de la diputación, están destinadas a usos administrativos. Aún no se ha llevado a cabo ninguna actuación concreta en ellas. El proyecto de ejecución sigue en fase de desarrollo, sin plazos cerrados, y se trabaja aún en determinar el presupuesto necesario para la rehabilitación de los espacios. Parte del edificio también se encuentra cedido a la Escuela Oficial de Idiomas y otras instituciones. 

La escalera lleva a la primera planta, cedida al Sexpte, y donde aún no se han realizado actuaciones.

La escalera lleva a la primera planta, cedida al Sexpte, y donde aún no se han realizado actuaciones. / Andrés Rodríguez

Un recorrido museístico

La arquitecta del proyecto, Beatriz Cáceres, ha explicado que con la restauración se ha buscado crear un relato continuo para el visitante, un recorrido expositivo que comienza con los antiguos escudos nobiliarios de piedra caliza que un día se lucían en el hospital provincial. Las piezas recuperadas —entre ellas la estatua de San Francisco de Asís y la corona de Carlos III desmontada durante la República de 1931— ponen en contexto la historia del edificio, que fue en su origen el Hospicio Real del siglo XVIII.

Cada pieza expuesta va acompañada de un texto descriptivo. Los dos escudos que forman parte de la muestra pertenecieron a dos personas clave en la historia del edificio: Manuel Pérez de Minayo y Zumela, obispo de Badajoz e impulsor del hospital, y Sebastián Montero de Espinosa, capitán y benefactor. Ambas piezas, custodiadas hasta ahora en el Museo Arqueológico Provincial, han regresado al lugar para el que un día fueron concebidas.

Corona del rey Carlos III expuesta en el hospital provincial.

Corona del rey Carlos III expuesta en el hospital provincial. / Andrés Rodríguez

Retos de la restauración

La restauración no ha estado exenta de retos. La humedad que se filtraba por el antiguo lucernario deterioró seriamente las pinturas murales y los morteros de cal en las bóvedas. Se ha renovado por completo esa cubierta superior y se ha protegido con una cubrición funcional. El espacio recupera así su luz cenital original.

La escalera presenta una estructura de bóvedas de cañón. Desde el punto de vista arquitectónico, según Cáceres, es un espacio singular por su composición, la calidad de la luz que recibe y la coherencia estética entre arquitectura y ornamentación.

Bóveda de cañón de la escalera noble del Hospital Provincial.

Bóveda de cañón de la escalera noble del Hospital Provincial. / Andrés Rodríguez

En cuanto a la pintura, la restauradora Almudena Villar ha detallado que los cuadros, probablemente realizados a comienzos del siglo XX expresamente para este espacio, han sido limpiados, tensados y barnizados. Entre las obras destacan una 'Piedad' con escenas médicas, y copias de autores como Durero, además de una obra original firmada por el pintor Lillo, del que aún se desconoce su procedencia. Las escenas representadas giran en torno a la atención sanitaria y al trabajo de los antiguos hospicios.

El estado en el que se encontraban las pinturas, como ha contado la restauradora, dejaba mucho que desear. En mal estado, con suciedad y zonas destensadas por la humedad. Algunas piezas fueron desmontadas parcialmente, cosidas en nuevas secciones y reforzadas. Todo el conjunto ha sido limpiado en profundidad y devuelto a su estado original.

«Muy pocos lugares en España tienen una escalera como esta», ha subrayado Raquel del Puerto, que ha invitado a la ciudadanía a visitar el espacio cultural, ya abierto al público.

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