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En 2024 fue adjudicada a Athisa Medioambiente

La licitación de la perrera de Badajoz queda desierta al no presentarse ninguna empresa

El contrato, valorado en 275.493 euros y con condiciones más estrictas que el anterior, no ha recibido ofertas y deja en el aire la gestión del servicio

Un perro en un chenil del Centro de Protección Animal de Badajoz.

Un perro en un chenil del Centro de Protección Animal de Badajoz. / Santi García

Claudia Goyeneche

Claudia Goyeneche

Badajoz

El Ayuntamiento de Badajoz ha declarado desierta la licitación del contrato del Centro de Protección Animal (CPA) después de que ninguna empresa presentara oferta dentro del plazo establecido. La resolución, firmada este 15 de octubre, se publicó en la Plataforma de Contratación del Sector Público, dejando sin adjudicatario un servicio que debe asumir la dirección técnica veterinaria, la recogida de animales abandonados y la retirada de cadáveres de equinos en la ciudad y sus pedanías.

El contrato tenía un presupuesto base de 275.493,46 euros (IVA incluido) y una duración inicial de un año, prorrogable hasta dos. El valor estimado ascendía a 455.361,10 euros.

Según el decreto municipal, el plazo de presentación de ofertas finalizó el 14 de octubre a las 13.00 horas sin que se registrara ninguna propuesta, motivo por el cual la licitación ha sido declarada oficialmente desierta.

Más exigencias, pero sin candidatos

El pliego publicado el pasado mes de septiembre reforzaba las condiciones respecto al contrato anterior, que en 2024 había sido adjudicado a Athisa Medioambiente. Entre las novedades se incluían más personal mínimo, la implantación de sistemas de control informático y un endurecimiento del régimen sancionador por incumplimientos.

También se introducían medidas para garantizar la transparencia del servicio y ampliar los medios materiales, incluyendo vehículos adaptados y equipamiento veterinario específico.

Estas exigencias parecían responder a las críticas y denuncias que, durante la gestión anterior, realizaron colectivos animalistas y asociaciones protectoras, que cuestionaron la falta de información pública, el hacinamiento de animales y las carencias en la atención veterinaria. Sin embargo, los nuevos requisitos no han atraído a ninguna empresa dispuesta a asumir el servicio en las condiciones fijadas.

El futuro del servicio, en el aire

Con la licitación sin adjudicatario, el ayuntamiento deberá ahora decidir cómo garantizar la continuidad del servicio. Entre las opciones, podría reabrir el procedimiento con ajustes en el pliego o recurrir a una prórroga o contrato de emergencia hasta que se resuelva una nueva convocatoria.

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