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Condiciones laborales

¿Por qué 3 de cada 10 empresas extremeñas siguen sin plan de igualdad?

Se trata de una norma que regula numerosos aspectos del trabajo para que no existan situaciones de discriminación o acoso, y es obligatoria desde 2022 para todas las empresas de más de 50 empleados. Unas 300 firmas extremeñas tienen ya su plan de igualdad, que resulta complejo por la oscilación de las plantillas y la propia negociación

Trabajo en una central hortofrutícula, un sector con numerosa presencia de mano de obra femenina.

Trabajo en una central hortofrutícula, un sector con numerosa presencia de mano de obra femenina. / Efe

Cáceres

Vestuario y aseos separados para respetar la privacidad y comodidad de hombres y mujeres, protocolos claros para detectar, denunciar y actuar ante situaciones de acoso sexual o discriminación por género, igualdad salarial entre géneros. Estos son algunos de los puntos que suelen recoger los planes de igualdad, una figura obligatoria en las empresas de cierto tamaño. En concreto, según el Real Decreto-ley 6/2019, en el año 2020 debían tener aprobado este plan los negocios de entre 151 y 250 trabajadores; en marzo de 2021; los de 101 a 150 trabajadores; y a partir del 7 de marzo de 2022, todos los que superan los 50 trabajadores.

A cifras de junio de 2025 facilitadas por la Junta de Extremadura, la región cuenta con 421 empresas y organizaciones con más de 50 empleados, de las cuales casi 300 ya han registrado su plan de igualdad. Pueden cifrarse en torno a 7 de cada 10. Son datos parejos al conjunto del país, donde el pasado año el porcentaje ascendía a 6 de cada 10.

El contenido

¿Pero qué es un plan de igualdad? Para explicarlo de forma práctica, se trata de una especie de reglamento interno formado por medidas que pretenden garantizar la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres de una misma empresa, para eliminar cualquier discriminación por razones de género y asegurar un trato justo e inclusivo.

¿Cómo? Regula puntos básicos para la igualdad en la contratación, los ascensos o las nóminas (a igual tarea), incorpora medios de prevención del acoso sexual y por razón de sexo, garantiza que los propios empleados tengan formación en materia de igualdad y, un punto un tanto polémico, facilita la conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Y no es que este asunto sea rechazado, pero muchas veces las empresas consideran que la conciliación debe encajar más en el convenio general que en el plan de igualdad, por ser un tema independiente de la condición de hombre o mujer.

Los escollos

Por tanto, si se trata de un requisito obligatorio en empresas de más de 50 empleados, y el plazo venció en 2022, la cuestión es qué ocurre con esas 139 empresas (3 de cada diez) que aún no lo han suscrito. «Hay varias causas que lo explican y la primera es que no siempre resulta fácil calcular esos 50 trabajadores», aclara Francisco Javier Peinado, secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex). «Empresas de sectores como por ejemplo Agricultura, Construcción u Hostelería tienen una plantilla que oscila según la temporada del año o la carga de trabajo. Hay contratos a tiempo parcial, fijos discontinuos, contratos temporales, sustituciones para periodo vacacionales, bajas… Y todo ello genera oscilaciones y dudas en las empresas que se sitúan en ese límite», destaca Peinado, quien conoce de primera mano el caso de la Construcción: «En una obra pueden estar 50 y cuando acaba se quedan 20».

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«A veces se plantean cuestiones que pueden generar problemas para ponerlas en práctica»

Francisco Javier Peinado

— Secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex)

Además, existen acuerdos cerrados que todavía no han acabado de registrarse. Y luego está el propio proceso del plan, que no es fácil. Primero se crea una comisión negociadora formada por representantes de la empresa y de los trabajadores (el comité de empresa y, si no lo hubiera, delegados de los sindicatos). Esa comisión debe diagnosticar la situación de la plantilla en sus labores diarias para detectar posibles desigualdades o discriminaciones. Se revisan salarios, promociones, formación, conciliación, si ha habido situaciones de acoso… Luego se diseña el plan, se aprueba y debe tener una revisión periódica.

La negociación tarda meses en algunos casos. «No es tan sencillo, no hay un modelo para todos. A veces los representantes sindicales quieren introducir cuestiones muy singulares que a la empresa, dependiendo de su actividad o tipología, le cuesta incorporar. Hablemos por ejemplo de una firma de la limpieza de 50 trabajadores que tiene casi tantos centros de trabajo como empleados. Resulta muy difícil cumplir ciertas exigencias. Hay algunos casos que se han complicado», revela.

Los sindicatos sí deben estar representados en estas negociaciones, pero no la patronal (solo la empresa). Aun así, la Creex dispone de un Servicio de Asesoramiento e Información en materia de Igualdad en su web (https://creex.org/igualdad-2/) desde hace años, además de un observatorio, y atiende las dudas de los empresarios «que en ocasiones son complejas», incluso participa en negociaciones especialmente encalladas.

Como norma general, indica Javier Peinado, se recomienda a las empresas que solo registren las condiciones que van a poder cumplir, porque las sanciones son elevadas. «A veces se plantean cuestiones abstractas que necesitan un análisis profundo, en cuanto que puede haber problemas para ponerlas en práctica», advierte. En cualquier caso, «lo que podemos asegurar desde la Creex es que las empresas extremeñas estamos cumpliendo, como hacemos prácticamente con todo», destaca.

El coste para la empresa : unos 6.000 euros

Y ello considerando que el coste de un plan de igualdad se eleva a unos 6.000 euros que debe pagar el empresario si se externalizan los trámites, o bien asumirlo con personal propio, algo complejo salvo en grandes compañías.

La Junta de Extremadura también avala el grado de cumplimiento en las empresas extremeñas. Destaca que en los dos últimos años se han aprobado 155 planes de igualdad laboral (83 en empresas de Badajoz, 42 en Cáceres y 30 de ámbito autonómico). Por tanto se ha pasado del 30% al 67% en 2023, lo que atribuye al esfuerzo de empresas, sindicatos y administraciones.

La visión sindical

Por su parte, desde el sindicato UGT Extremadura ofrecen unos datos ligeramente distintos, ya que tienen registradas más empresas que, por su plantilla, deberían suscribir esta nueva normativa: «En Extremadura hay unas 650 obligadas a realizar el Plan de Igualdad, y de momento se han firmado 357, de modo que estaríamos en un 60%. Hay muchas empresas camufladas, en condiciones precarias, que no se están controlando», señala Montserrat Marcos Sánchez, vicesecretaria general de UGT Extremadura y responsable de la Secretaría de igualdad

Cabe recordar que los negocios que carecen de representantes sindicales deben contar con la presencia de los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, en todas las negociaciones ¿Y cuál es el problema? «Que muchas veces hay empresas que no ponen el interés suficiente en esa comisión negociadora y están haciendo planes de igualdad simplemente por estar dentro de la ley, porque de lo contrario hay unas penalizaciones y no pueden acogerse a subvenciones», explica Montserrat Marcos. «También ocurre que lo entregan a una gestoría para que no salga a la luz una posible brecha en su situación salarial».

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«Hay empresas que no están poniendo el interés suficiente en las comisiones negociadoras»

Montserrat Marcos

— Vicesecretaria general de UGT Extremadura

Desde UGT lo expresan claro: «No vamos a firmar nada que no hayamos negociado y que no recoja las mínimas condiciones», subraya la vicesecretaria, «porque el concepto de un plan de igualdad es tener un diagnóstico de las deficiencias de una empresas para poder subsanarlas».

Brecha salarial en Extremadura: 11%

Aunque son todavía «muchas» las empresas de la región que no han entregado a tiempo el plan, en términos generales se va avanzando. «Nosotros somos los primeros interesados en que se firmen, porque con ello llegamos a saber esas diferencias que puede haber en el registro salarial para que se subsanen». Montserrat Marcos recuerda que la brecha salarial en Extremadura se sitúa en casi un 11% de distancia en las nóminas entre hombres y mujeres.

Para la vicesecretaria de UGT, estos nuevos instrumentos que se acuerdan en las mesas de diálogo social «constituyen un gran avance en los derechos de los trabajadores, sobre todo para las trabajadoras, pero la patronal debe de estar un poco más a la altura porque debe haber un consenso de cara a conseguir la igualdad real y efectiva que todos ansiamos».

Ofertas explícitas para atraer a las mujeres

La empresa de Puebla de la Calzada ‘Interiores Tabitec’ (revestimientos de suelos y paredes,) ha aprobado su Plan de Igualdad con CCOO. Entre las medidas más destacadas se encuentra la inclusión, en las ofertas de empleo, de puestos tradicionalmente masculinizados con mensajes explícitos que animen a las mujeres a presentarse.

Asimismo, favorece la contratación del sexo infrarrepresentado a igualdad de condiciones, que además tendrá prioridad en los ascensos a igualdad de méritos. También cursos de reciclaje tras permisos de embarazo, lactancia o cuidado de dependientes, y mejoras de conciliación como un permiso para acompañar a la pareja en la preparación al parto.

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