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Negociación entre los partidos

Extremadura entra en una semana clave para unos presupuestos de los que depende el adelanto electoral

El PP confirma que los registrará antes de que venza hoy el plazo

Vox presenta 200 propuestas y señala que no será «cómplice del continuismo de María Guardiola»

Unidas lo califica de «paripé» para ir a las urnas

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, en la reunión del Consejo de Gobierno de este martes.

La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, en la reunión del Consejo de Gobierno de este martes. / JUNTA DE EXTREMADURA

Carolina León

Mérida

Extremadura entra en una semana clave para unos presupuestos que, de no salir adelante, abocarán a la región a un adelanto electoral, tal y como viene anunciando la presidenta, María Guardiola. La portavoz de la Junta y consejera de Hacienda, Elena Manzano, confirmó ayer que registrará en la Asamblea el proyecto de ley de los Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma para 2026 antes de que finalice el plazo marcado en el Estatuto de Autonomía, que cumple este miércoles, 15 de octubre. Manzano señaló que el objetivo del Ejecutivo regional es «cumplir ese calendario» y «sin duda, así será».

Se trata de «una semana clave en la norma más importante» de la comunidad, dotada con 8.600 millones de euros, destacó ayer Manzano, quien, preguntada por las propuestas ya presentadas por el PSOE, adelantó que algunas son «irrealizables», como la petición socialista de revertir la actual política fiscal. En el resto de cuestiones, añadió, «estamos dispuestos a avanzar».

Reducción de la ecotasa

Otro eje clave en la negociación es la reducción de la ecotasa (impuesto sobre instalaciones que inciden en el medioambiente) de la central de Almaraz, una iniciativa que anunció la pasada semana la presidenta extremeña, María Guardiola, y similar a la que elevó Vox anteriormente, que será progresiva y siempre que la nuclear cacereña siga funcionando. En este sentido, Manzano manifestó en tono crítico que el Gobierno central «tiene prisa» para que Extremadura sea la primera «en algo», pues la de Almaraz abre el calendario de cierre de las nucleares. Esto supondrá que el Gobierno regional deje de recibir dicha ecotasa dentro de dos años, mientras que el Gobierno de Cataluña «seguirá recaudando 188 millones de euros» por las centrales de Ascó y Vandellòs.

Voz: 200 propuestas

Por su parte, el presidente del Grupo Parlamentario Vox en la Asamblea de Extremadura, Ángel Pelayo Gordillo, presentó ayer el proyecto político de la formación de cara a 2026, con 200 medidas a incluir en los presupuestos regionales, entre las que destacan la eliminación del «gasto superfluo», como las subvenciones a sindicatos y patronales; la rebaja fiscal efectiva; la defensa de la central nuclear de Almaraz; un apoyo decidido al campo y a la agricultura, reduciendo la burocracia y rechazando las limitaciones impuestas por la Agenda 2030 y el Pacto Verde; y una negativa «rotunda» hacia las políticas que fomentan la inmigración ilegal.

Pelayo Gordillo advirtió ayer que no apoyará «el continuismo de María Guardiola ni sus pactos con el Partido Socialista». Así, reprochó a la presidenta regional que «amenace con adelantar elecciones si no se aprueban sus presupuestos continuistas», calificando esta actitud como «una muestra de su fracaso político y de su incapacidad para gobernar en minoría».

En respuesta, el consejero de Presidencia, Abel Bautista, declaró que siente «pena» del papel de los diputados de Vox en la región, «siempre a expensas» de la dirección nacional. Corroboró que recibió un correo en el que le anunciaron que la decisión la marcaría en rueda de prensa Pelayo Gordillo, de la que el consejero extrajo ayer que «no tienen nada que negociar con el Gobierno de la Junta».

Unidas: "excusa para ir a elecciones"

Por su parte, Unidas por Extremadura también se pronunció ayer para lamentar «el paripé de las negociaciones» ya que, a su juicio, Guardiola tiene «un mandato claro del señor Feijóo» de no llegar a ningún acuerdo presupuestario, porque es «la excusa para ir a elecciones», señaló la portavoz, Irene de Miguel.

Así, indicó que el voto al PP será «el voto para que gobierne Vox» y advirtió que los gobiernos de derechas son «inestables». El grupo abandonó la mesa de diálogo con unas «líneas rojas» como reducir las listas de espera, la homologación salarial de los docentes, un mayor número de plazas en las residencias de mayores, más bomberos y agentes del medio natural, y «dar un paso atrás» en la política fiscal que solo beneficia a unos pocos».

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