Coches y camiones circulan desde este lunes por el nuevo puente de Alcántara

Coches y camiones circulan desde esta mañana por el nuevo puente de Alcántara. La presidenta de la Junta de Extremadura, María Guardiola, ha inaugurado este lunes la infraestructura, que jubilará del tráfico rodado al bimilenario puente romano, situado apenas a unas decenas de metros en el cauce del río Tajo. Lo aliviará del paso diario de alrededor de unos seiscientos vehículos, 80 de ellos pesados.

Al acto también ha acudido el consejero de Infraestructuras, Manuel Martín Castizo, el secretario general del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo, y la alcaldesa de Alcántara, Mónica Grados, entre otras autoridades, además de algo más de 200 vecinos. En su intervención, Guardiola ha anunciado que la Junta de Extremadura va a iniciar los trámites para que el puente romano, una vez liberado del tráfico, sea declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Las imágenes de la inauguración del nuevo puente de Alcántara

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Estructura de 2 millones de kilos de acero

«Estamos en un sitio privilegiado. Al lado de uno de los puentes romanos más importantes del mundo y aguas abajo de una presa también importantísima», subrayó este lunes Pedro Rodríguez Izquierdo, director de esta obra y jefe de sección de la Dirección General de Infraestructuras Viarias de la Junta de Extremadura. Incidió en que la principal «función de este nuevo viaducto es quitar el tráfico del puente romano, que no se diseñó» para soportar el peso «de camiones y que tiene el pavimento deteriorado». De hecho, detalló, un «requisito imprescindible» del proyecto ha sido «no pasar materiales por encima» de él, con el fin de no ocasionarle ningún daño adicional, lo que ha complicado la ejecución de los trabajos.

Un arco metálico constituye el elemento principal del nuevo puente de Alcántara. 180 metros entre sus dos apoyos y unos 800.000 kilogramos de acero corten (la estructura completa ronda los 2 millones de kilos de este material), con sus extremos unidos a 30 metros por encima del nivel del río. «Es un arco en recuerdo a los romanos y es metálico porque el puente romano es de piedra, la presa de hormigón y faltaba el acero. Y además se trata de acero corten que se oxida, y su óxido es similar al terreno que tenemos aquí, que es la pizarra», aclaró Rodríguez Izquierdo. «Queda mimetizado dentro de del entorno para que el impacto visual sea el mínimo posible», añadió.

El proyecto lo ha desarrollado la UTE (Unión Temporal de Empresas) que han conformado Rover, Senpa y Placonsa. En estos momentos resta adecuar la parte peatonal del proyecto. Una pasarela peatonal de 3,5 metros de anchura, que está anexa, pero físicamente separada de la estructura principal. Dispuesta en el lado más cercano al puente romano, permitirá disfrutar de unas vistas del monumento hasta ahora inéditas tanto de día como de noche (contará con su propia iluminación). Formará parte de un anillo de circulación a través del cual se podrá realizar un recorrido completo a pie entre los dos puentes, partiendo de un aparcamiento.