Entrevista | Adrián Llerena Ruiz Catedrático de Farmacogenética
Adrián Llerena: «Estamos cambiando la forma de prescribir medicamentos y en Extremadura ya es una realidad»

Carlos Gil
Nacido en 1958 en Esparragosa de Lares (y miembro orgulloso de la cofradía de la Virgen de la Cueva), es el padre de MedeA, un programa innovador de medicina personalizada promovido por el SES, que el próximo noviembre concluye su fase piloto tras analizar a más de 8.000 extremeños y dotarles de informe genético, ya integrado en el sistema Jara. Es el proyecto de medicina personalizada de implementación universal más grande del mundo "y lo hemos hecho desde aquí", destaca. LLerena, además, es el director del Instituto de Universitario de Investigación Biomédica de Extremadura (Inube), experto de la Agencia Española del Medicamento y vocal coordinador de la cartera de servicios para farmacogenética del Sistema Nacional de Salud.
¿Es lo mismo medicina personalizada y farmacogenética?
No, la farmacogenética es una herramienta para la medicina personalizada. Personalizar el tratamiento es voy a ver qué características especiales tienes tú: unas personas necesitan hacen deporte, otras menos, unas necesitan una dieta de una forma,... Y en este caso la farmacogenética para lo que nos sirve es para individualizar el tratamiento farmacológico en base a la dotación genética de cada uno. Por ejemplo, todos conocemos a alguien que se haya tomado una pastilla y le siente mal, y es identificar eso para no tener esperar a que te siente mal para cambiarla, sino conocerlo de antes.
¿Cuándo empezó a darse cuenta de que podría aplicarse en el día a día?
Acabé Medicina a finales de los 80, trabajé como médico y lo vi en la práctica. La farmacología se desarrolla en modelos animales o en células donde todo funciona y se estudia bajo control. Pero cuando llega a un humano pasan otras cosas, entonces empiezas a hacer clínica y te das cuenta que las cosas que has estudiado unas veces pasan y otras no. Y ahí decidí dedicar toda mi vida, 40 años ya, a intentar averiguar por qué a veces los medicamentos no funcionan y porqué a veces matan.
¿Y cómo influye la genética en el funcionamiento del fármaco?
Influye en todo. La genética es el catálogo que nos sirve para hacer el mapa de proteínas. Entonces, el lugar donde el fármaco interactúa, que es el receptor, la enzima que lo metaboliza, son todas proteínas. Es un mapa de instrucciones que configura todas las proteínas que intervienen en todo lo que nos pasa cada día en nuestro cuerpo, en lo que tomamos de fuera y en lo que producimos dentro, ojo.
¿Cómo va el proyecto MedeA?
Termina ahora la fase piloto. Entre noviembre y diciembre acabamos la compra pública innovadora, es decir, las herramientas, el laboratorio que se ha construido en el Universitario de Badajoz para hacerlo rápido y fácil para toda la población. Ya está creado y se va a inaugurar. Ya se han creado también herramientas de implementación, se ha montado un equipo que es la primera vez que se hacía y ya hemos hecho también el piloto de implementación con 8.000 extremeños que son los primeros que lo han utilizado.
8.000 extremeños que ya tienen su informe genético y que los médicos pueden prescribirles en función de ese informe, ¿no?
Exacto. Está en el Jara. Después de varios años, hemos acabado el piloto y ahora la nueva fase es preciosa, porque ahora esa gente cuando necesite cambiar la medicación, no tenemos que estudiar el genoma más, ya está, y la nueva medicación se la pondrán viendo ese genoma. Hemos hecho desde Extremadura el proyecto de medicina personalizada más grande del mundo y es la primera comunidad de España que lo tiene implementado a nivel universal.
¿Llegará a toda la población?
Lo que se ha hecho hasta ahora es construir un laboratorio que estudia de una manera rápida la genética necesaria para personalizar el tratamiento, se han creado herramientas de interpretación y se ha formado un equipo. Y ahora empieza la implementación universal, es decir, la extensión a toda la población porque inicialmente ha habido 200 médicos en 70 centros, que han llegado a esos 8.000 extremeños.
¿Cuál es el principal hándicap?
Es complicado, pero ojalá lleguemos a toda la población. Inicialmente estamos estudiando los pacientes que requieren una medicación de reacciones adversas graves: oncología, psiquiatría... Y ahora vamos a incorporar el siguiente, nos preocupa mucho pediatría, porque un análisis genético le puede servir a un niño para el resto de su vida. Y también en las enfermedades raras, porque son enfermos vulnerables que van a necesitar analgésicos, antidepresivos... Entonces progresivamente vamos extendiendo en capas de población, empezando por las enfermedades más graves.
¿Cuáles son las enfermedades más beneficiadas?
Enfermedades que necesitan un antineoplásico, como cáncer, de psiquiatría, cardiovasculares que necesitan anticoagulantes, como las estatinas. ¿Cuánta gente tiene dolores musculares por las estatinas? Se ha empezado por los problemas más graves, pero se irá extendiendo en el futuro a toda la población.
¿Cuántos pacientes tienen reacciones adversas a los fármacos?
El 27% de la población ha tenido en algún momento de su vida una reacción adversa a su medicamento, según las 8.000 personas del piloto, que es la primera vez que se hace un estudio tan grande. Y buena parte de ese porcentaje ha tenido una reacción grave y ha necesitado atención sanitaria. De lo que se trata es en el futuro de prevenir que eso ocurra, porque cuánta gente está yendo al centro de salud o al hospital no por la enfermedad, sino por un problema derivado de la solución que le hemos dado. Ese es el objetivo final.
¿Cuándo se podrá alcanzar?
Esto ya ha empezado en Extremadura, cuesta creerlo, pero hay un piloto con vecinos de Cáceres, de Valdesalor entero, del centro de salud de La Paz de Badajoz, de Torrejoncillo... Hay 8.000 personas estudiadas, lo que pasa es que son los médicos los que lo van pidiendo, porque cuando el médico tiene ese informe genético se tiene que comprometer a mirarlo. Ya hay 200 médicos haciéndolo y se irá extendiendo, pero los médicos tienen su libertad. No puedes pedirlo de un día a otro a todo el mundo.
O sea, también hay que cambiar la mentalidad del facultativo.
Es que el médico ha prescrito hasta ahora basado en su experiencia de datos clínicos y ahora le estamos obligando a que cambie la manera de prescribir teniendo que mirar otra información nueva, molecular, para tomar una decisión. En algunas especialidades, como el cáncer, enfermedades raras o psiquiatría no hay duda, pero esto va progresivamente. Es que estamos pidiéndole que se cargue una responsabilidad nueva, un trabajo adicional y la población también tiene que entender que tiene ya mucha carga de trabajo, que hay veces que no le da y que no todo el mundo se complica la vida. Pero esto ya es una realidad aquí, hay 200 médicos que se han complicado la vida y lo están haciendo, son 200 héroes porque en la situación de presión que estamos se han metido a estudiar otra cosa nueva. Ahora, lo que fue un piloto en Extremadura, llega a su fase de extensión y además se ha convertido en obligatoriedad para todo el Sistema Nacional de Salud.
Ha dicho que espera que llegue a ser como la prueba del talón, que se realiza a todos los recién nacidos.
Es que vamos a llegar ahí. Ahora vamos a empezar con los niños y lo lógico es que se les haga nada más nacer un informe genético como se les hace la prueba del talón o el grupo sanguíneo, esto tiene que estar en la historia clínica . Si un niño no elimina un fármaco, ¿qué tenemos que estar toda la vida dándoselo hasta que ya nos demos cuenta o mejor conocemos desde el inicio lo que puede o no tomar? Cuanto antes lo conozcas mejor y vamos a llegar ahí.
¿Hay obstáculos también económicos para el desarrollo total?
No, porque lo que hemos hecho en el proyecto MedeA es generar unas herramientas que nos permitan hacer pocos genes para todos. Pero es que entre medias soy el coordinador de la implementación de la cartera de servicios de farmacogenética a nivel nacional. Lo que hemos hecho es hacer un paquete de genes básicos para toda la población, para que sea barato y asequible para todos, para que lleguemos no pocos y solos, sino todos y a tiempo.
¿Puede cambiar la farmacogenética también el desarrollo de nuevos medicamentos y la investigación?
Sin duda, pertenezco a la Agencia Europea del Medicamento y a la Española y ahora ya le pedimos a las empresas en el proceso de investigación la información genética para incluirla en la ficha técnica y que salga el fármaco con la información genética identificada y no tener que esperar a que alguien se lo tome, le pase algo, hacer un análisis genético y decir la culpa la tiene este gen. A partir de ahí, vamos al revés.
¿Y cómo puede ayudar a contribuir eso, ayudar a eso, la nueva tecnología y la inteligencia artificial?
Es básico, porque ahora mismo lo que nos sobra es información y que lo nos falta es capacidad de analizarlo. Fíjate que tenemos el genoma, pero después estaría la dotación genética germinal, que es el genoma que te acompaña tu padre y tu madre, pero después tienes el somático, porque el tumor tiene su propio genoma, pero después tienes todos los factores ambientales que codifican la expresión del genoma, que sería el epigenoma. En realidad el genoma es un mapa de instrucciones para ser usado.
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