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Iniciativa frente a la discriminación

Juan Vázquez: "En pleno siglo XXI hay más racismo contra los gitanos"

La Federación de Asociaciones del Pueblo Gitano Extremeño solicita a la Real Academia Española (RAE) la incorporación del término ‘antigitanismo’ en la próxima edición del Diccionario de la Lengua Española

VIDEO | "En pleno siglo XXI hay más racismo contra los gitanos"

Toni Gudiel

Mérida

«El racismo contra los gitanos no ha desaparecido, más bien todo lo contrario, en pleno siglo XXI hay más discriminación que nunca, aunque no siempre se quiera ver». Esta es la triste realidad que siguen padeciendo, por ello, no se debe cejar en el empeño de poner en marcha iniciativas que ayuden a fomentar el respeto y la tolerancia hacia este colectivo. Bien saben de esto en la Federación de Asociaciones del Pueblo Gitano Extremeño (Fapugex), ya que han solicitado a la Real Academia Española (RAE) la incorporación del término ‘antigitanismo’ en la próxima edición del Diccionario de la Lengua Española, con el objetivo de poner nombre a la discriminación específica que sufren y contribuir así a su reconocimiento social, institucional y jurídico.

«Si no aparece en el diccionario parece que no existe y, si no se nombra, no se combate como debe», sostiene el presidente de Fapugex, Juan Vázquez. A través de esta iniciativa, se reclama la visibilización de un racismo «histórico y cotidiano» que sigue muy presente. En concreto, ‘antigitanismo’ describe «el conjunto de prejuicios, estereotipos negativos, discursos de odio y prácticas de discriminación estructural específicamente dirigidas contra las personas gitanas». El placentino señala que este reconocimiento no es solo una cuestión semántica, sino que se trata de una herramienta «fundamental para visibilizar y combatir esta realidad».

La proposición fue enviada hace unos meses a la RAE, que hasta el momento no ha confirmado públicamente si incluirá el término en el nuevo diccionario, aunque sí ha trasladado ya a la Federación que la han recibido y ha sido remitida a su Instituto de Lexicología para que la estudie. Por este motivo, desde la federación se muestran optimistas: «Creemos que hay voluntad. No es una palabra inventada, existe desde hace años y se utiliza a nivel europeo. Solo pedimos que se le dé el lugar que merece en nuestro idioma».

Sigue existiendo el estigma de que los gitanos no queremos trabajar, pero eso es falso

En todos los pueblos hay gente buena y gente mala, entre los payos y entre los gitanos también, pero si seguimos generalizando nunca vamos a avanzar

Vázquez destaca que la iniciativa ha ido ganando apoyos hasta contar con el respaldo institucional de las diputaciones provinciales, ayuntamientos, la Junta de Extremadura y el Consejo Estatal del Pueblo Gitano, así como numerosas asociaciones y plataformas que trabajan en el ámbito de los derechos humanos y la inclusión social. «Nos apoyan todos y eso nos da fuerza para seguir adelante», asegura. En este sentido, resalta que el término cuenta también con respaldo en organismos internacionales como la Unión Europea, el Consejo de Europa y Naciones Unidas, además de que se utiliza cada vez más en los medios de comunicación y en investigaciones académicas de carácter sociológico, jurídico e histórico.

Los prejuicios

Aunque no existen datos oficiales, se estima que en torno a 15.000 gitanos viven en la actualidad en Extremadura. El presidente lamenta que los prejuicios hacia el pueblo gitano siguen condicionando el acceso a derechos básicos como el empleo o la vivienda. «Por teléfono todo bien, pero cuando saben que eres gitano, ya no te enseñan el piso, te dicen que ya está alquilado o que no cumplen los requisitos», relata. En el ámbito laboral, el panorama no mejora: «Sigue existiendo el estigma de que los gitanos no queremos trabajar, pero eso es falso». «Históricamente hemos trabajado en el campo, en mercados, en la venta ambulante... Y ahora muchos jóvenes están formados, tienen estudios y titulaciones solo que no se les da una oportunidad», critica.

«Nos siguen viendo como algo ajeno, como si no fuéramos parte de esta sociedad. Tenemos una cruz en la espalda desde hace siglos, solo por ser gitanos», señala. Asimismo, y aunque la discriminación es un fenómeno generalizado, alerta que en Extremadura se percibe con mayor intensidad. «Aquí el rechazo es más evidente. Cuando salimos a otras regiones, como Andalucía o el País Vasco, notamos la diferencia, hay menos prejuicios y la gente se muestra más abierta», confiesa. Aun así, matiza: «No podemos meter a todos en el mismo saco porque hay una minoría que discrimina, como la hay en todos los grupos, pero esa minoría hace mucho daño».

Juan Vázquez en Plasencia

Juan Vázquez en Plasencia / Toni Gudiel

En el Código Penal

Cabe destacar que el término ‘antigitanismo’ no aparece mencionado de forma explícita en el Código Penal español, aunque este sí protege a las personas gitanas, al incluir como agravantes y como elementos constitutivos de un delito la discriminación por motivos racistas o étnicos, lo cual incluye el antigitanismo de forma implícita. De esta forma, se castigará a quienes públicamente promuevan el odio, discriminación o violencia contra los gitanos. La pena por cometer estos actos puede alcanzar los cuatro años de prisión.

En opinión de Vázquez, la solución pasa por la educación, la sensibilización y la igualdad real de oportunidades, pero también por algo tan aparentemente sencillo como dejar de prejuzgar:«Antes de juzgar, hay que conocer a las personas». «En todos los pueblos hay gente buena y gente mala, entre los payos y entre los gitanos también, pero si seguimos generalizando nunca vamos a avanzar», advierte. En consecuencia, el reconocimiento del antigitanismo como forma específica de discriminación responde a una exigencia de justicia social.

Por último, recordar que el pasado 4 de enero, el Consejo de Ministros aprobó una declaración institucional con motivo del 600º aniversario de la llegada del pueblo gitano a nuestro país y declaró 2025 como Año del Pueblo Gitano en España. El objetivo es rendir homenaje a la significativa contribución cultural, social y lingüística de la etnia gitana, así como reflexionar sobre los retos históricos y actuales que todavía enfrenta. La iniciativa del Ejecutivo busca reconocer las injusticias pasadas y presentes que sufren, así como garantizarles igualdad y libertad.

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