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El incensario

Hoy todos somos 'moraos' en Mérida

El Calvario conmemora sus 125 años de historia con una procesión por las calles de la ciudad

Palios de la Amargura y los Dolores de Mérida.

Palios de la Amargura y los Dolores de Mérida. / AYUNTAMIENTO DE MÉRIDA

Mario Hernández

Mérida

Tras el maravilloso e histórico prólogo de la noche de ayer en Mérida, rubricado por la Cofradía Infantil, con el traslado del paso de la Entrada en Jerusalén y que transitó por calles que dejaron imágenes históricas como el paso por el Callejón de la Amargura, Luis Chamizo o la subida a la Ermita del Calvario, la ciudad se viste hoy de ‘Morao’.

Preparativos para la procesión del Calvario.

Preparativos para la procesión del Calvario. / AYUNTAMIENTO DE MÉRIDA

Porque así se ha conocido históricamente a la Hermandad del Calvario durante más de un siglo, porque, seguramente, en cada una de las familias de la ciudad, en alguna de sus generaciones, ha habido alguien que ha pertenecido a los ‘moraos’. El Calvario ha ido cosiendo la historia de Mérida a través de la Semana Santa y hoy, por todo lo alto, desplegará toda su artillería por la calle que lleva su nombre a partir de las seis de la tarde. Una jornada histórica que conmemorará los 125 años de una hermandad que, hasta el año 1928, sostuvo todo el peso de la Semana Santa de Mérida y en la que habrá infinidad de detalles que no habrá que perderse.

Acuerdo de cesión

El primero de ellos será la rúbrica del acuerdo de cesión, por parte de la Hermandad del Calvario a la Cofradía Infantil, del grupo escultórico de la Entrada en Jerusalén que se realizará momentos antes del inicio del cortejo procesional. De esta manera, se reafirma el hermanamiento entre ambas hermandades, no olvidemos que la Infantil son los herederos del Calvario, fruto de la semilla sembrada en su día, como en la parábola del grano de mostaza.

Pero habrá mas detalles inéditos, o que al menos se producen en raras ocasiones, como la presencia del Nazareno del Calvario en una procesión de estas características, ya que solo se produjo en el año 2000 con motivo del centenario de la Hermandad ya que, cuando hay procesión magna en Semana Santa, suele procesionar el Nazareno de Santa Eulalia. Detalles que encontraremos en la imagen del Señor orando en el huerto con la túnica con la que procesionaba originariamente, una estampa para no olvidar en ese joyerito sobre el que el Señor reza en el huerto de los olivos.

Dos pasos de palio

Pero lo que más va a llamar la atención es, sin duda, la presencia de dos pasos de palio en el cortejo con la Virgen de la Amargura y la Virgen de los Dolores. Para entenderlo, primero veremos la procesión del Martes Santo (salvando el inicio con la Entrada en Jerusalén, con la que se rememorarán los inicios de esta Cofradía) y, seguidamente, la del Viernes Santo.

Palios que vienen cargados de detalles, como la saya azul que portará la Virgen de la Amargura, recuperada de su ajuar para lucirla en este desfile procesional, o el detalle de los respiraderos sobre los que procesionará la Santísima Virgen de los Dolores, cedidos por la Cofradía Infantil para esta ocasión, y que cada Lunes Santo procesiona la Virgen del Rosario que, durante años, fue ‘vecina’ de camarín de la Señora de Mérida, la Virgen de los Dolores, en la Concatedral de Santa María.

Hablando de la Virgen de los Dolores, fíjense esta tarde en su cara, apreciarán un detalle que, desde 1966, no lucía está imagen. Discretamente, junto a su rastrillo, a ambos lados de la cara, observarán los pendientes con los que, hasta ese año, procesionaba la virgen. Un detalle que, esperemos, haya vuelto para quedarse, así como su candelería de plata salomónica. En definitiva, una tarde para recordar, con detalles inolvidables que, sin duda, marcarán una de las grandes páginas históricas de la Semana Santa de Mérida y de la propia ciudad de Mérida que hoy, nuevamente, se viste de ‘morao’.

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