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En mi atalaya

Lo del Brentford con el Mérida

Soy de los que pensaban que los del Brentford nos iban a traer a dos o tres negritos de esos que fichan por nada y venden por 96 millones

El presidente del Mérida, Cliff Crown.

El presidente del Mérida, Cliff Crown. / AD MÉRIDA

Rafael Angulo

Mérida

A ver, a ver, que yo también soy de los que pensaban que los del Brentford nos iban a traer a dos o tres negritos de esos que fichan por nada y venden por 96 millones, como los que le pagó el Manchester United por Bryan Bmeumo, o los cerca de 30 millones de Said Benrahma al West Ham o el traspaso del ejecutivo del Brenford, Ameesh Manek como director de operaciones de fútbol al United, que es como si Alejandro se fuera al Real Madrid, porque lo que es vender y apenas comprar lo hacen de fábula, pero no, el viernes contra la Ponferradina (eufemísticamente llamada 'Deportiva' teniendo de defensa central a Carnicerito del Bierzo) los únicos negritos que vimos, es decir, humanos de piel negra, fueron a los 50 del albergue (no os quejaréis de como os tratamos) y a un par del equipo leonés.

Que el Brentford, llámese Matthew Benham: Cliff Crown, como presidente del Club, Nity Raj o Phil Whall se lo toman con calma lo estamos constatando porque han pergeñado una plantilla que, por mucha “ilusión” que ponga en nuestros abonos, el equipo es para mantenerse y gracias, pero si en la Premier les está yendo bien, por qué no actuar igual en Mérida, total nos han cedido el Romano José Fouto por 15 años (ahí es ná) y en ese tiempo hasta podemos ascender una temporada de estas (el Brendfor tardó una década en subir y ya ven , ahí lo tienen). Ocurre que preferiría ser yo quien disfrutara del 'Mérida te quiero te vengo a ver' y no que me lleven mis nietos de la manita el día de mañana, si es que llega para mí.

Mientras tanto disfrutemos de partidos como el del viernes que tuvo de todo: buen fútbol, la mejor primera parte romana, aunque jugamos como nunca y no ganamos como casi siempre, un desastroso árbitro andaluz de esos que desquician y un par de jugadores que veremos, conociendo a los del Brenford, donde pasan las Navidades porque Álvaro García y Benjamin Dibrani de seguir así (Benny sobre el césped) son carne de traspaso.

He dicho lo de árbitro andaluz, pero quisiera matizar, desde el aciago cordobés Camacho Garrote, malo hasta la saciedad, hasta el Manrique Antequera del viernes, motrileño mala follá (expendedor de tarjetas en sus ratos libres, 10 sacó el otro día); no es que los árbitros andaluces nos tengan animadversión, no, es sencillamente que son muy malos y algunos, como el Garrote, con mala leche. Lo sorprendente es que pese a ello asciendan de categoría. Eso te da muestras del nivel del arbitraje en algunos sitios. Y, sin embargo, que tendrá esta pasión inútil que uno está deseando que llegue el domingo para ir al Romano. El domingo o el lunes, o el viernes, o el sábado… ¡Señor, qué tropa!

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