La Virgen de las Cruces fue ayer venerada por cientos de niños en la tradicional ofrenda del 11 de octubre en Don Benito.

Como viene siendo habitual en los últimos días, el calor fue el protagonista en el largo desfilar de los pequeños ante el escenario habilitado en la plaza de España dombenitense. Allí, la patrona recibió multitud de pequeños ramitos de flores llevados con el máximo cariño y devoción bajo la mirada de padres, madres, tíos o abuelas que acompañaban a los menores.

Tras la ofrenda se cantó la salve a la que puso la música la banda municipal de música y el grupo folclórico Caramanchos bailó.

Una vez finalizada la estancia de la Virgen en Don Benito, esta mañana está previsto su regreso a su ermita. La salida de la iglesia de Santiago será a las 8.15 de la mañana y a las doce se oficiará la misa en el santuario.