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LA CIUDAD VUELVE A TENER PRESENCIA EN LOS PRINCIPALES CONCURSOS DE LA REGIÓN

Los carnavaleros no se rinden

La Mascarada cumplirá 20 años asistiendo al prestigioso concurso de Badajoz y también se vestirá para el de Mérida, único para la comparsa los Maravillas H La falta de tiempo y la necesidad de ensayar a diario hace cada año más difícil hacer grupos

Los carnavaleros no se rinden

No hay rendición para los carnavaleros de Almendralejo. «Esto hay que intentar no perderlo nunca. Esos ratitos con los compañeros, que ya son más que amigos. Esas risas y noches de ensayos. Esos momentos que nos sacan de las rutinas diarias. Eso también es puro carnaval». El que se expresa así es Pedro Cruz, alma máter de la murga la Mascarada, el grupo carnavalero más antiguo de la localidad con 24 años de historia. Aunque titubeó hace algunos años con casi desaparecer, se sobrepuso a los momentos más delicados y otro año más aprieta con fuerza para el 2019.

Con ellos, la comparsa los Hechiceros, que cada año cambia de nombre dependiendo de la temática de sus temas y que en esta edición ha pasado a llamarse los Maravillas. Ambos grupos serán los representantes de Almendralejo en Badajoz y Mérida. La Mascarada repetirá en ambos concursos. Los Maravillas solo irán a Mérida. «Entendemos que Badajoz es un concurso de murgas y que nosotros somos una comparsa quizá más seria, afinada y con otro tipo de sátira más elaborada», explica Daniel Romero, compositor de las letras y músicas originales de los temas.

Ambos grupos se sobreponen año tras año a los mismos problemas de siempre. «El carnaval exige mucho ensayo y te tiene que gustar mucho porque hay que dedicarle mucho tiempo», apunta Pedro Cruz. La Mascarada está intensificando ensayos. Todas las noches, de lunes a viernes, prepara sus actuaciones con meses de antelación. «Los niños, los trabajos, hay muchas cosas y no es fácil que la gente se lance», argumenta. Este año, cuentan con doce valientes, aunque Pedro Cruz es optimista a la hora de «raptar» alguno más.

Hace tiempo que eligieron nombre: ‘Atrápalo como puedas’. «Vamos vestidos de algo que apenas está visto sobre estos escenarios y, como dice el nombre, atrápalo como puedas», señala Pedro Cruz que mantiene en secreto la historia de su actuación.

Como en años anteriores, la Mascarada se ha propuesto el reto de «pasarlo bien». No es un año cualquiera para la murga. Éste será su vigésima actuación en el gran concurso de Badajoz y, para ello, ha preparado alguna letra en referencia a este aniversario. También irán a Mérida.

Pedro Cruz y Wuito son los supervivientes del carnaval almendralejense. Ambos llevan en la Mascarada tantos años como esta creada, 24. «Si esto te gusta, nunca te cansa. Eso es así». Comprenden a quiénes por algunas razones deben aparcarlo un tiempo. «Pero siempre vuelven». Y quizá, eso, es lo que mantiene vivo al carnaval de Almendralejo.

Cinco años

Más corta es la vida de la comparsa los Maravillas, que volverán a repetir sólo en el carnaval romano de Mérida. Este año se han planteado ir al concurso de Sevilla y han confirmado en Villafranca de los Barros, además de varias actuaciones privadas en otros pueblos de la comarca.

Daniel Romero considera que el espectáculo de este año encierra una historia original: «Actuamos como una comparsa con tintes optimistas para toda esa gente que es pesimista. Toda esa gente que sigue quejándose de que vivimos en un país mediocre y, en realidad, vivimos mejor que muchos», puntualiza.

Los Maravillas lo componen 15 personas. Otros 15 enamorados del carnaval. «Estamos todos con el tiempo justo, pero si no hacemos carnaval es como si nos faltara algo en estas fechas. Y eso nos lleva a no dejarlo».

De la mano de Romero, el viernes 29 de marzo estará en Almendralejo la comparsa La Gaditanissima, de Juan Carlos Aragón, primer premio del concurso de comparsas del pasado Carnaval de Cádiz. Hará un show especial en los Jardines del Sheila, a las diez de la noche, con entradas a 15 euros.

En definitiva, el carnaval de los grupos, el de la gente, sigue vivo. No es fácil mantenerlo, pero de momento sigue habiendo locos apasionados por este ritual. Y que dure.

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