Quejas por vertidos incontrolados en la escombrera de las Cuestas

Vertidos incontrolados, continuos incendios y situaciones de riesgo. Ese es el panorama que día tras día se encuentran los transportistas de ripios en la escombrera de las Cuestas de Orinaza, según denuncia el presidente del colectivo, Manuel Llera.

El camino que conduce a la escombrera se utiliza como vertedero por particulares que dejan en este lugar todo tipo de desechos, lo que interrumpe el paso de los camiones y deja la zona en unas condiciones lamentables. En este lugar se depositan escombros, muebles "y ahora están tirando hasta basura orgánica", se quejó Llera, que asegura que la escombrera se ha convertido "en un territorio de nadie que vale para todo".

Además, en la parte donde vierten los camiones se producen continuos fuegos, muchas veces provocados por las personas que buscan chatarra y cobre entre los ripios y queman allí mismo los cables. Los transportistas temen que algún día se produzca un accidente grave, pues mientras los camiones vierten "se ponen debajo". Esta situación ya ha provocado algunos enfrentamientos entre chatarreros y transportistas, que aseguran que "cada vez hay más gente rebuscando".

Hasta ahora los propios camioneros han sufragado el acondicionamiento de la zona para poder seguir depositando ripios en este lugar a la espera de la nueva planta de reciclaje de escombros, un proyecto que se anunció hace seis años y para cuya explotación y gestión el ayuntamiento ha repetido en distintas ocasiones que está preparando el pliego de condiciones. "Estará parado, porque no sabemos nada nuevo", dijo Llera. El colectivo de transportistas tiene un proyecto preparado para optar a la concesión, pero temen que sus posibilidades se verán diluidas si como creen la actual zona para construir la nueva planta se descarta y hay que incluir los terrenos en las ofertas.

Los transportistas reclamaron más vigilancia y control por parte del ayuntamiento, al que piden que se encargue de acondicionar la zona hasta que se pongan en marcha las nuevas instalaciones.