la promotora de la idea Pedirá los permisos en febrero y abril y los creará entre desde mayo hasta septiembre

Pintarán murales para llenar de arte cuatro barrios desfavorecidos de Badajoz

La pacense Candelas Villa hará este proyecto en Cerro de Reyes, Suerte de Saavedra, Gurugú y El Progreso. Representará sobre las paredes las trayectorias musicales de los artistas favoritos de los propietarios

Mural de la Asociación de Vecinos de Suerte de Saavedra que Villa pintó junto con otros artistas.

Mural de la Asociación de Vecinos de Suerte de Saavedra que Villa pintó junto con otros artistas. / SANTIAGO GARCIA VILLEGAS

La artista pacense María de las Candelas Villa ha puesto en marcha un proyecto con el que quiere llevar el arte de la pintura a cuatro barrios desfavorecidos y marginales de Badajoz como son El Progreso, el Gurugú, el Cerro de Reyes y Suerte de Saavedra. El objetivo es pintar murales en las fachadas de las viviendas y edificios de estas zonas ya que, según explicó a este periódico, la cultura se suele concentrar en el centro de la ciudad y ella considera que estas barriadas tienen derecho a estar en la agenda cultural.

‘Pinturas decorativas para los barrios de la periferia social, Badajoz’, así ha denominado a esta iniciativa que comenzó la pasada semana cuando, a través de las redes sociales pidió a las asociaciones de vecinos colaboración para llevarla a cabo. Es un trabajo que hará de manera gratuita, tan solo necesitará los fondos para la compra de los materiales. Así, estima que por cada espacio de tres metros por uno el coste será de unos diez euros. Además, ya tiene planificado el calendario del proyecto, de modo que en febrero y marzo lo dedicará a conseguir ese dinero, los permisos para hacer las obras, las reuniones informativas con los vecinos y la recopilación de la información que va a producir. En abril comenzará a pintar y en septiembre finalizará.

La pintora María de las Candelas Villa trabajando en su estudio.

La pintora María de las Candelas Villa trabajando en su estudio. / LA CRÓNICA

La técnica que utilizará se llama ‘Traducción del código musical al código pictórico’ y consiste, básicamente, en escuchar la música de un cantante o grupo y representar las visualizaciones mentales que le van surgiendo como determinadas formas, colores, composiciones o estilos. En este sentido, se basará en los artistas favoritos de cada propietario. Ya tiene experiencia en ello puesto que ha hecho una sala entera inspirándose en David Bowie, Betty Davis o Pink Floyd. «Se pueden hacer bocetos pero no merece mucho la pena porque las técnicas que utilizo al hacer bocetos son mucho más pobres que las que utilizo cuando ejecuto directamente sobre la pared. Hay mucha diferencia de resultado», añadió.

Apoyo de los vecinos

Villa cuenta con el visto bueno de las cuatro asociaciones de vecinos para realizar este proyecto ya que ha trabajado casi con todos con anterioridad. El presidente de Suerte de Saavedra, Fernando Gonçálvez, comentó que hablará con los dueños de los locales de la zona comercial porque para los edificios, al ser de la Junta de Extremadura, les tienen que solicitar el permiso. Aún así, cree que podría actuar en la sede vecinal, donde ya pintó hace tiempo junto con otros artistas, en el nuevo local que les han cedido o incluso en el culto. «Queda bonito y a la gente le gusta», dijo.

También le parece bien al del Cerro de Reyes, Miguel García, quien afirmó que sabía que lo quería desde hace tiempo pero que se paralizó y que será positivo. Se podría hacer en el colegio o en la asociación de vecinos. Esta barriada trabaja también para poder decorar los arroyos Rivillas y Calamón con graffitis.

Para Ricardo Cabezas, del Gurugú, les vendrá bien a las fachadas que estén en peor estado, por lo que tiene su apoyo porque, además, conoce de antes a Villa. El centro social sería un buen espacio porque se pintó de blanco no hace mucho tiempo. Lo que si le ha pedido es que las obras tengan relación con el barrio, como por ejemplo los contrabandistas que iban a por café a Portugal o el trabajo de los curas.

Salvador del Amo, presidente de El Prograso, vecindario en el que también ha colaborado, ve con buenos ojos la idea.