Multitudinaria y emotiva despedida a Rui Nabeiro en Campomayor

Campomayor está de luto. La familia, amigos, empleados y vecinos del empresario Manuel Rui Azinhas Nabeiro (Campomayor, 1931-Lisboa, 2023) lloran sin consuelo la pérdida de su paisano más ilustre, un hombre hecho así mismo, apegado a su tierra, generador de empleo y riqueza en el Alentejo y La Raya, pero sobre todo «un hombre bueno e irrepetible». No había nadie este lunes en el municipio portugués al que no se le llenaran los ojos de lágrimas al hablar de su comendador, al que están dando una multitudinaria y emotiva despedida. El empresario, vinculado estrechamente a Badajoz, falleció este domingo en Lisboa a los 91 años.

Más de 700 empleados y colaboradores aguardaban desde primera hora de la mañana la llegada del cortejo fúnebre a las instalaciones de Novadelta, el complejo cafetero de Nabeiro. El respetuoso silencio solo se ha roto con el interminable aplauso con el que han recibido a su patrón pasadas las once de la mañana. La emoción contenida ha brotado entonces y pocos han sido los que han podido aguantar las lágrimas.

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Sus hijos y nietos se han bajado de los vehículos para agradecer, visiblemente emocionados, el cariño de la plantilla al cabeza de familia. Uno de los momentos más emotivos se ha vivido cuando el coche fúnebre se ha abierto para sacar un retrato enmarcado de Rui Nabeiro y una trabajadora ha depositado un ramo de flores sobre el ataúd. En ese momento, los trabajadores apostados a ambos lados de la calzada se han saltado el protocolo previsto para acercarse.

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'Obrigado, Sr. Rui’ rezaba la gran pancarta que han colocado los trabajadores en la fachada de uno de los edificios de Novadelta. Otra con el mismo mensaje se colgó en la Cámara Municipal de Campomayor, que ha decretado cinco días de luto.

«No hemos perdido a un empresario, hemos perdido a un padre», ha lamentado María Joao Cunha, empleada de Nabeiro desde hace más de dos décadas. El sentimiento es compartido por el resto de trabajadores. Hasta hace un par de semanas el empresario acudía cada día a la empresa, donde conocía a todos y por todos se interesaba. «A pesar de estar ya enfermo y con la pandemia, vino al funeral de mi padre», recordó María Joao Cunha. «Nunca hemos sido número para él, siempre personas», ha dicho con orgullo.

Todos reconocían que será difícil acostumbrarse a su ausencia. «Se dice que no hay nadie insustituible, pero en el caso de Don Manuel difícilmente va a haber otro igual que él», aseguró Ángel Luis Sánchez, un pacense que trabaja para la empresa del transportes del grupo Nabeiro desde el 2013. Su modelo de gestión, personal y directa ha dejado huella en sus trabajadores, a los que, según afirman, en muchas ocasiones ha ayudado a resolver «problemas particulares». Siempre tenía su puerta abierta para quienes lo necesitaban.

Novadelta fue la primera parada de la comitiva fúnebre, que también recorrió las sedes de otras empresas del grupo Nabeiro antes de llegar a la iglesia Matriz, donde instaló la capilla ardiente. Se abrió al público a las doce del mediodía, pero desde mucho antes cientos de personas hacían cola para mostrar sus respetos al empresario y dar el pésame a su familia. Han llegado decenas de coronas y ramos de flores, que se han ido llevando al interior del templo, donde no se ha permitido el acceso a la prensa.

El velatorio no se interrumpirá hasta las 12.00 horas de este martes, cuando se celebre el funeral, que presidirá el arzobispo de Évora, Francisco Senra, y al que está previsto que acudan las principales autoridades de Portugal, donde Rui Nabeiro ha sido un referente empresarial y reconocido ejemplo de compromiso y responsabilidad social. Aunque no se ha confirmado oficialmente, se espera que asistan el primer ministro, Antonio Costa, y el presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.

En la estatua que su pueblo le dedicó, en el centro de Campomayor y junto al conocido como Jardín, los vecinos han colocado de manera espontánea velas y ramos de flores en su memoria.

Además. algunos negocios lucen crespones negros y otros no han abierto en señal de duelo. Es el caso de restaurante Primavera, regentado por Eleuterio y Fátima Gonçalbes, ubicado a pocos metros de la iglesia Matriz. Este lunes han cerrado y mañana tampoco abrirán. «Nosotros no hemos trabajado nunca para él, pero estamos muy tristes por la muerte del señor Rui, como todo el mundo. Era una persona muy buena para Campomayor, yo lo conocía desde pequeña y era muy humano... y siempre con una bonita sonrisa». Ellos, como la mayoría de vecinos, sienten que han perdido a alguien de su familia. «No habrá nunca nadie como él, nunca», decía convencido Eleuterio.