El viejo cuartel de Sancha Brava de Badajoz se viene abajo a la espera de su venta

El viejo cuartel de Sancha Brava de Badajoz, en la carretera de Valverde continúa su progresiva degradación mientras el Ministerio de Defensa última la regularización de los terrenos para «encajarlos» en el Plan General Municipal (PGM) y enajenarlos como planea desde hace años.

Según explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno en Extremadura, una vez regularizados, se procederá a su asentamiento en el Registro de la Propiedad, tras lo que el ministerio abrirá un periodo de ofertas a las administraciones interesadas en su adquisición. En caso de que no se presente ninguna, se iniciaría una subasta pública, a la que podrían concurrir empresas y particulares.

El Ejército mantendrá las instalaciones deportivas, a disposición de los militares, que están en funcionamiento y se mantienen. Aunque los planes eran segregar el resto del terreno, con más de 100 hectáreas, en dos parcelas, aún se desconoce si finalmente defensa optará por esta opción o serán más, pues la normativa urbanística, por sus dimensiones, permite dividirlo en varias fincas. El suelo tiene varios usos.

Los pabellones del antiguo cuartel, que se mantiene sin uso desde que el 1999 el Regimiento Castilla 16 se trasladó a la base de Bótoa para integrarse en la Brigada Extremadura XI, se encuentran en pésimas condiciones. Además, el muro que rodea al recinto se está desmoronando -hay partes que han vencido y se han caído hacia el exterior, muy cerca de la carretera- y dentro ha proliferado la maleza. Junto a la verja de la entrada se acumula la basura. 

Es la penosa imagen de unas instalaciones que fueron proyectadas como uno de los cuarteles más modernos de su época. Contaba con un salón de actos con 1.100 butacas. Además, disponía de suministro de agua, de talleres, aparcamientos, botiquín, campo de deporte, piscina, depuradora, galería de tiro, pistas de aplicación, cocinas y comedor para al menos 1.500 personas. También había una pequeña residencia para los mandos y una capilla.

Desde que las instalaciones se abandonaron hace 24 años se han puesto sobre la mesa iniciativas públicas y privadas para estos terrenos, pero ninguna prosperó. Uno de los motivos fue que estaba abierto un procedimiento judicial por la reclamación que presentaron tres familias por sus derechos de reversión sobre este suelo como antiguos dueños. Tras varios años de litigio, el juzgado dio la razón al ministerio.

Una de las iniciativas públicas para estos terrenos partió del Ayuntamiento de Badajoz, que en su día barajó la posibilidad de ubicar en ellos el parque de bomberos, que finalmente se levantó en El Nevero. También se habló en su día de trasladar el servicio de Limpieza y el Parque Móvil. Ahora el consistorio tiene cedida una parte de la finca para almacenar contenedores, pero, de momento, no se pronuncia sobre si tiene interés en adquirir estos terrenos o no, a la espera de que se segreguen y conocer las condiciones de Defensa.

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