El monumento que inspiró la torre del Oro de Sevilla está en Extremadura y no te imaginas cuál es

La exuberancia de Extremadura no defrauda. Su belleza natural, cultural y patrimonial la convierte en una región exclusiva, en la que los variados paisajes de robles y castaños, así como sus sierras, valles, ríos y embalses, embelesan al viajero. Pero, además, rondar por las callejuelas de Cáceres, Mérida o Trujillo implica tropezar con las huellas romana, árabe y cristina de un pasado esplendoroso.

Esos vestigios mimados nos remontan a un ayer glorioso en el que Extremadura jugó un papel sobresaliente y fastuoso. Múltiples acontecimientos históricos se vivieron en tierras extremeñas; cientos de extremeños abandonaron sus pueblos rumbo al Nuevo Mundo y diseminaron por él la impronta extremeña, y sin desdeñar el exuberante patrimonio de la región que inspiró al de otras poblaciones.

Y, ahora, te planteamos el acertijo: ¿Sabes qué monumento extremeño es el origen la Torre del Oro de Sevilla y dónde se ubica? Pues se trata de la torre albarrana más monumental y destacada de Badajoz; la atalaya que todos conocen como Torre de Espantaperros, y que pocos saben por qué.

La torre de Espantaperros se abre al público con visitas concertadas

A lo largo del tiempo, este torreón se ha convertido en el más representativo de la ciudad. Según indica el Ayuntamiento de Badajoz, se construyó en 1169 en argamasa y tapial, y su altura alcanza los 30 metros. De planta octogonal y coronada con un cuerpo cuadrangular, avanzado 25 metros sobre la cerca principal a la que se une gracias a un lienzo amurallado. Es de origen almohade. Está catalogado como Bien de Interés Cultural.

¿Y por qué la sevillana Torre del Oro es la hermana de la pacense? La atalaya Sevilla, también de estilo almohade, no es octogonal, sino dodecagonal y se construyó en 1220, es decir, 50 años después de la extremeña. "Su estructura monumental recuerda a la de la sevillana Torre del Oro, que aunque de mayores proporciones, es preciso recordar que resulta posterior a la de Badajoz, y edificada tomando a esta como modelo", reseña la web del ayuntamiento pacense.

Puesta a punto de la torre de Espantaperros

¿Por qué Espantaperros?

Todo el mundo sabe que la Torre de la Atalaya es Espantaperros, pero pocos conocen el porqué.

Este sobrenombre se origina en el agudo tañido de la campana que la coronaba. Este címbalo sonaba para llamar a los cristianos al culto y, además espantaba a los infieles, que se conocían como perros. Y, de ahí Espantaperros.

La torre de Espantaperros protagoniza el calendario de Amigos de Badajoz

Según algunas fuentes, este bronce, que pertenecía al concejo, también se utilizaba para anunciar la muerte de los concejales, pero, a mediados del siglo XIX, se desmontó y sus restos se conservan en el Museo Arqueológico de Badajoz.

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165 años después, en 2021, la Torre de Espantaperros recuperó la campana y se instaló una réplica del bronce que se retiró en 1856.