CONVOCADOS POR REDES SOCIALES

Más de 3.000 personas se concentran en Badajoz contra la amnistía

Protestan ante la sede provincial del PSOE

Más de 3.000 personas se concentran en Badajoz contra la amnistía

EP

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Paula tiene 88 años y el frío no la ha desanimado este lunes para acudir al caer la tarde a Ronda del Pilar. La convocatoria le llegó a través del teléfono móvil «en un whatsapp que me pasaron mis amigas, que piensan todas como yo». Se enfundó su abrigo y se acercó a la sede del PSOE, casi delante de la fachada. Tenía muy claros los motivos por los que estaba en este lugar: «porque quiero defender a España». Porque «estamos en contra totalmente de lo que Pedro Sánchez está negociando y haciendo, queremos una España unida, una España que comparte lo que tiene con todos, con el de arriba y con el de abajo, no esto que está haciendo para conservar el sillón». Echó la vista atrás a una larga vida en la que ha visto mucho. «En todas las épocas, todo ha sido para Cataluña y el País Vasco y para Extremadura, nada», se lamentaba. 

Como Paula, más de 3.000 personas, de todas las edades, se han concentrado esta noche ante la sede provincial del PSOE de Badajoz, en Ronda del Pilar. La protesta había partido del movimiento Revuelta y se propagó por las redes sociales. Antes de las 20.00 horas había cientos de ciudadanos apostados frente al edificio del Palacio de Congresos. La masa fue creciendo hasta que abarcó todo el tramo de la avenida entre las esquinas de la calle Ramón Albarrán y Zurbarán. Una masa muy ruidosa pertrechada con silbatos y cencerros que enarbolaba banderas de España de todos los tamaños. «Vara traidor, Sánchez dimisión», coreaban. «España unida jamás será vencida». En uno de los momentos en el que más subió el volumen de la protesta, alguien llegó a lanzar huevos que impactaron contra la fachada de la sede del PSOE, cerrada a cal y canto. Una docena de Policías Nacionales impedían con su presencia que los convocados se acercasen al edificio, que tenían perimetrado con vallas. La Policía Local, por su parte, cerraba los accesos al tráfico.

Cinco chavales

La concentración se prolongó durante algo menos de una hora, hasta que el convocante de la protesta, Pablo Del Val Molina, de la asociación Revuelta, megafonía en mano, pidió a los participantes que empezasen a marcharse pues se había terminado el tiempo autorizado. Del Val señaló que su movimiento se sustenta entre jóvenes «a los que nos da igual de qué partido venga la gente a la manifestación, que sean del PP, de Vox o del PSOE, vamos a dejar atrás los colores y aunar a todo el mundo porque hay algo más importante que los partidos políticos, que es la defensa de nuestra nación». Este joven no esperaba la respuesta en Badajoz. «Esto lo habíamos hablado cinco chavales, hemos puesto de nuestro dinero para las pancartas y el megáfono me ha llegado hoy, ha sido algo espontáneo».

Carmen Subirán acudió «porque estoy en contra de la amnistía y de la política de Pedro Sánchez». Como los demás, se enteró de la convocatoria por redes sociales y la reenvió a algunos conocidos. En su opinión, «no se puede hacer absolutamente nada contra el acuerdo, pero tenemos que manifestarnos». «Estoy aquí por la unidad de España, ¿te parece poco? por lo menos que se den cuenta de que no queremos que se rompa España, porque Pedro Sánchez no está negociando, está cediendo a todo lo que le piden los golpistas, eso no es negociar», defendió Ana.

A su lado Pepe justificaba su presencia: «Me parece una vergüenza lo que estamos viviendo». José Ramón también tenía claro que debía estar anoche: «por la amnistía y por todo lo que nos jugamos los españoles, que estamos muy cansados de trabajar muy duro para perdonar tanta deuda». Carmen no dudó en participar en la protesta «porque me siento humillada, creo que hay que apoyar también a la parte del pueblo catalán que no es independentista, muchos extremeños y andaluces que están allí que se sienten ciudadanos de segunda». Carmen acudió aunque es pesimista, porque cree que «ya está todo cerrado y la justicia, secuestrada». Llegar a Ronda del Pilar y ver a tanta gente la animó. «Ahora que digan que somos cuatro». No lo eran.

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