los beneficios se destinarán a las actividades de la asociación

Calendario Admo: 365 días para salvar vidas

Admo presenta el calendario solidario de 2024 donde participan 91 niños

365 días para salvar vidas

S. GARCIA

Irene Rangel

Irene Rangel

Naomi Campbell, Claudia Schiffer o Cindy Crawford no le pusieron ni de lejos tanta intención. María, Álvaro, Alma, David, Carmen, Ignacio y 84 niños y jóvenes más han posado este año como modelos del calendario benéfico de la Asociación para la Donación de Médula Ósea (Admo). No solo hay pacientes de la planta de oncohematología, también están sus hermanos, padres y madres. «Estas sesiones han servido para que todos se diviertan, para ser punto de encuentro y disfrute», explicaba Virtudes Carrasco, presidenta. 

Ayer se presentó en la ciudad el proyecto de este año que está basado en la cocina y, más concretamente, en la oferta de Paradores. Virtudes explicó que Celia Lucas, madre de un paciente y escritora de un libro de cocina, tuvo la idea. «Los niños salen haciendo como que cocinan, se lo pasaron pipa haciendo las fotos». Tras las horas delante del objetivo, merienda compartida.

Estas imágenes se captaron en los cuatro Paradores que hay en la región: el de Cáceres, Trujillo, Zafra y el de Mérida. «El calendario es extremeño 100 %».

Tras el objetivo de la cámara, David Sanz, padre y fotógrafo que cada año se presta a llevar a cabo estas sesiones fotográficas. La primera sesión se llevó a cabo el 1 de septiembre y desde entonces la maquinaria no ha parado para poder presentar este calendario a lo largo y ancho de toda la geografía extremeña. 

5.000 copias que ‘vuelan’

«Este calendario sale adelante por la cantidad de gente que nos ayuda. Solo en empresas patrocinadoras tenemos 40», explica Carrasco.

Admo ha preparado una primera edición de 5.000 ejemplares «que vuelan, porque solo con que lo compre la familia de los niños ya son bastantes», y todos los años vuelven a encargar otra tirada.

El almanaque se puede conseguir en la sede de Admo así como en el resto de puntos de distribución -emplazan a los interesados en adquirirlo a llamar a la asociación para saber cuál es su localización más cercana- y tiene un precio de cinco euros que se destina íntegramente a los proyectos de el colectivo lleva a cabo. Según explicó la presidenta, este dinero se va eminentemente en las actividades que Admo realiza con los niños tanto hospitalizados como fuera de la planta de oncohematología.

«El año pasado fuimos un fin de semana a la Warner con las familias. Éramos más de cien personas», dijo la presidenta. También tienen un día de ocio en El Rebellao y un fin de semana de acampada en los chozos de Hervás, «la actividad estrella», afirma. «Estas reuniones son las que realmente dan sentido a todo porque los pacientes se hacen amigos y las familias encuentran comprensión. Se conocen, se hacen amigos y se ven de año en año en estos puntos de encuentro».