El puente de Cantillana de Badajoz cumple 20 meses como BIC sin frenar su deterioro

Veinte meses después de que el puente de Cantillana, del siglo XVI, fuese declarado Bien de Interés Cultural (BIC) (el Consejo de Gobierno lo acordó el 22 de junio de 2022), su deterioro sigue avanzando debido al abandono y a las borrascas, sin que ninguna Administración haya dado un paso adelante para afianzar ni recuperar este monumento. La Junta de Extremadura, que sostiene que el puente es de titularidad municipal, está dispuesta a echar un cable al Ayuntamiento de Badajoz, aunque no dice cómo ni cuánto ni cuándo.

A preguntas de este diario, la Consejería de Infraestructura, Transporte y Vivienda ha manifestado que la Dirección General de Infraestructuras va a actuar en el puente y lo hará apoyando al ayuntamiento, de la mano de la Cultura. La consejería no informa de qué está dispuesta a hacer porque «está analizando la ayuda que va a prestar al ayuntamiento, teniendo en cuenta que ese puente es un BIC». Tampoco pone plazo. «En próximas fechas confirmará qué colaboración va a prestar al consistorio una vez analizada la situación y necesidades».

Por su parte, el ayuntamiento insiste en que el puente no está inmatriculado a su nombre, a pesar de que en 2019 el pleno municipal aprobó iniciar este proceso. Esta construcción no está inscrita como bien perteneciente a ninguna administración. La respuesta del gobierno municipal ante la situación en que se encuentra el puente es que «no se avanzará hasta que no culmine el proceso de regularización de dicho inmueble». Porque el ayuntamiento insiste en que la Junta también tiene algo que ver en la titularidad.

El gobierno local defiende desde mayo que en el Catastro aparece que «al menos parcialmente» el puente de Cantillana pertenece a la Cañada de Sancha Brava y, por lo tanto, es de la Junta. «Por ello habrá que sentarse con el resto de administraciones para llegar a un acuerdo sobre esta situación». Según el gobierno local, a la Administración regional pertenece justo el extremo que se derrumbó con la borrasca Efraín en diciembre de 2022, que hizo saltar todas las alarmas sobre el abandono el monumento. Pero la Junta descartó en septiembre (ya estaba el PP) que el puente le pertenezca y adujo que aunque la vía pecuaria sea de su titularidad, no lo es el puente construido sobre ella.

En lo único que parece haberse avanzado es que al menos el ayuntamiento y la Junta están dispuestos a sentarse para ver qué se puede hacer. El problema es cuándo.

Tiempo perdido

Mientras unos y otros se ponen de acuerdo, en la asociación Amigos de Badajoz, artífice de la declaración como BIC, se llevan las manos a la cabeza ante tanta inacción. Su presidente, Manuel Cienfuegos, lamenta que «llevamos desde 2019, cuando se comprometió el ayuntamiento a inmatricularlo, perdiendo el tiempo, porque estaban todos los pilares en su sitio y ahora ya no». En la actualidad, tras los últimos temporales, el tercer pilar está en malas condiciones debido a la erosión de la fuerza del agua. «Todas las borrascas lo están tocando, desgraciadamente», se queja. Esta asociación sigue insistiendo al ayuntamiento en «que cumpla su obligación», que es inmatricular el puente para poder arreglarlo. Además insta a la Junta a que obligue al ayuntamiento por ser un BIC.

Por último, se ha dirigido al nuevo delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, porque el puente ha dejado de estar en el Limbo gracias a que Catastro le ha asignado un código catastral, apoyándose en la declaración de BIC. Amigos de Badajoz reclama a Catastro que confirme la titularidad municipal.Por último, urge a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) que limpie el cauce del río Gévora para que el agua se canalice por el centro y no se expanda hacia los extremos evitando así que sufra aún más. «El puente está en la ruina y es una pena».