La antigüedad de las tuberías de la avenida hace que las roturas sean continuas

Cuatro 'reventones' en la carretera de la Corte de Badajoz dejan sin agua a toda la calle

Empresarios de la vía denuncian que estas averías llevan años provocándoles daños materiales 

El ayuntamiento afirma que está en proyecto la renovación del saneamiento que se hará este verano

Los operarios de Aqualia trabajan en un nuevo reventón frente a la peluquería París.

Los operarios de Aqualia trabajan en un nuevo reventón frente a la peluquería París. / S. GARCIA

Irene Rangel

Irene Rangel

El primer socavón está frente a la barbería Juli Cruz, en la segunda manzana de la carretera de la Corte. El segundo unos metros más allá, ya en la plaza San Ignacio de Loyola, a dos baldosas de distancia de la peluquería París. Al otro lado del parque, en la acera contraria, las tuberías han reventado por un tercer lugar. El cuarto agujero está de nuevo en la carretera de la Corte, a la altura del número 54. 

Estas cuatro roturas de tuberías -dos que se produjeron el pasado sábado y aún no se han reparado y el otro par, en la madrugada de ayer- hicieron que los negocios y vecinos de la carretera de la Corte amanecieran de nuevo ayer sin agua. 

La antigüedad de las tuberías de la avenida es la causante de estas averías continuas. Estas son de fibrocemento y tienen 200 milímetros de diámetro, lo que no favorece su buen funcionamiento.

«Es horroroso. Un día sí y otro también», afirma Rosaura Martínez, vecina de la zona «de toda la vida». Ella tiene 84 años y garrafas de agua almacenadas en su casa «porque nunca sabes cuándo te vas a despertar sin ella».

En la plaza San Ignacio de Loyola vive Santos jiménez. Él ha tenido que sacar su vehículo en mitad de la noche del garaje porque la cochera se inunda a causa de las roturas. «Imagínate cómo es vivir así». En su edificio, además, llevan varios días sin poder utilizar el ascensor porque el hueco del mismo también estaba inundado. «Bajamos por las escaleras, pero hay una vecina que es mayor y para ella es un peligro. Lo malo es que esto es continuo». 

Santos Jiménez, vecino de la obra, esquiva la obra para salir de su edificio.

Santos Jiménez, vecino de la obra, esquiva la obra para salir de su edificio. / LA CRÓNICA

Pérdidas incalculables

Rocío Torres es la propietaria del Bar Triángulo, un establecimiento que abre a las cuatro y media de la mañana para dar de desayunar «a los trabajadores que a esa hora se recogen». Ayer, de nuevo, no pudo abrir su establecimiento. «No pintamos nada si no se puede trabajar, ¿cómo voy a tener un bar abierto sin agua?». Su marido es quien abre el establecimiento de madrugada. «Cuando sale de casa y escucha que corre mucha agua por los desagües de la calle ya sabe que hay reventón. Abre el bar y efectivamente. Hay que cerrar». Ella no puede calcular las pérdidas que esto ocasiona en su negocio. «No son los días que no abro y dejo de ganar, que también, es que mis clientes se pueden acabar marchando a otros locales».

Mariángeles Nieto es dueña de una peluquería que ayer no pudo atender a ninguna clienta. «Mis habituales lo entienden, pero a mí se me avecina la campaña de comuniones y sé que va a volver a pasar. Yo no puedo no atender a nadie el día de la Primera Comunión de su hijo». La empresaria afirma llevar años en esta situación pero se ha «vuelto insoportablemente continuado» en los últimos tiempos. Las roturas, además, provocan que la suciedad llegue a su calentador y sufra daños materiales en la peluquería. «Yo me levanto con un nudo en el estómago, la semana pasada tuve un ataque de ansiedad».

Se renovarán, previsiblemente, el próximo verano

Durante todo el día de ayer varias cuadrillas de Aqualia trabajaron en los cuatro puntos averiados de la avenida. Se está reparando para devolver el servicio lo antes posible, dicen desde la empresa concesionaria de aguas, Aqualia.

Los operarios de Aqualia trabajan en un reventón de la plaza San Ignacio de Loyola.

Los operarios de Aqualia trabajan en un reventón de la plaza San Ignacio de Loyola. / S. GARCIA

La solución de estas roturas constantes pasa por la renovación de la red de saneamiento, sustituyendo estas antiguas tuberías por unas nuevas de mayor calidad. 

Según ha podido saber este diario, el ayuntamiento es consciente de la situación y tiene ya en proyecto esta actuación, que se hará con los nuevos presupuestos y con remanente. 

Así, en cuanto el proyecto esté terminado, saldrá a licitación. La idea, dice el concejal de Inspección de Aguas, Carlos Urueña, es que se pueda empezar a actuar en la zona este mismo verano. «Igual que se han renovado hace año y medio las avenidas de Colón, Ricardo Capareto o la zona de Segura Otaño, se hará esta calle. Va a ser una de las primeras actuaciones del año en cuestión de abastecimiento».