ACTO POR EL 8-M

Ellas también merecen una calle

Alumnos de los centros educativos de los barrios al norte de las vías del tren de Badajoz rebautizan seis calles con los nombres de otras tantas vecinas para reconocer su labor y llamar la atención sobre la desigualdad de su callejero

Han enviado una carta al ayuntamiento para que tenga su propuesta en cuenta

Un alumno renombra la calle El Barbo con el nombre de Antonia Macarro, presente en el acto.

Un alumno renombra la calle El Barbo con el nombre de Antonia Macarro, presente en el acto. / S. GARCÍA

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Ellas también merecen una calle y, al menos, por un día la han tenido. Alumnos de los cuatro centros educativos de los barrios al norte de la vía del tren en Badajoz han renombrado este viernes, coincidiendo con el 8-M, seis calles con los nombres de otras tantas vecinas para reconocer su labor y llamar la atención sobre la desigualdad del callejero en Santa Engracia, el Gurugú y El Progreso, donde solo media docena homenajean a mujeres, mientras que hay 22 dedicadas a hombres.

Estudiantes y profesores de los colegios Santa Engracia, Nuestra Señora de la Asunción, Nuestra Señora de Fátima y el instituto San José han realizado una caminata, con salida en el colegio Santa Engracia y final en la calle Pilar Sampérez, una de las pocas con nombre de mujer. Durante el paseo, se han ido parando en las calles elegidas para rebautizarlas con sus nueva denominación: Paqui Yáñez, Antonia Macarro, María Ángeles Veleda, Manoli Martín, Antonia Nieto y Leonor Cavanillas. Todas mujeres de estos barrios, personas comprometidas con sus vecinos y dispuestas siempre a luchar por la comunidad y, sobre todo, por los más vulnerables. Un ejemplo para ellos y un ejemplo para todos.

Las homenajeadas no han sido elegidas al azar. En un trabajo de campo previo, los alumnos han preguntado a familias y vecinos por mujeres referentes al norte de las vías del tren. Este viernes, en la calle elegida para cada una se ha leído una 'minibiografía'.

Una profesora con el cartel con el nombre de Antonia Nieto habla de su trayectoria antes de rebautizar la calle.

Una profesora con el cartel con el nombre de Antonia Nieto habla de su trayectoria antes de rebautizar la calle. / S. GARCÍA

Paqui Yáñez es la presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Engracia desde hace 25 años, tiempo en el que ha trabajado sin descanso para mejorar la vida de los barrios de la margen derecha.

Antonia Macarro es bolillera y maestra de bolillos. Junto a otras mujeres del barrio en su taller de El Progreso lleva toda una vida contribuyendo a mantener esta antigua tradición.

María Ángeles Veleda es ejemplo de servicio a los demás: voluntaria en el centro penitenciario, del Banco de Alimentos, colaboradora del colegio Nuestra Señora de Fátima y miembro de la junta de gobierno del centro de mayores Campomayor.

Conocida y reconocida es la dilatada trayectoria social de Manoli Martín, impulsora del desarrollo comunitario de la margen derecha, presidenta del centro de la mujer, animadora sociocultural, escritora y desde siempre vinculada al movimiento vecinal del Gurugú.

Lo mismo le ocurre a Antonia Nieto, que fue presidenta de la Asociación de Vecinos del Progreso y cabeza visible del Centro de Cultura Popular y Promoción de la Mujer de Badajoz.

Leonor Cavanillas fue coordinadora de Fundación Secretariado Gitano. Trabajó con Cáritas, los Servicios Sociales y siempre ha estado implicada en la lucha contra la exclusión social y en la lucha contra los efectos de la droga en estos barrios.

Algunas de las protagonistas han estado presentes en esta actividad y han compartido algunas experiencias con los impulsores de este homenaje, que les ha emocionado y han agradecido.

Los cuatro centros educativos, que confían en que otros colegios sigan sus pasos para lograr un callejero más igualitario, han enviado una carta al Ayuntamiento de Badajoz reivindicando más calles dedicadas a mujeres en la ciudad y proponiendo a estas seis vecinas ejemplares del norte de las vías del tren, para que sus nombres luzcan pronto en placas en sus barrios.