EN UN TIROTEO OCURRIDO EN 2019 EN SUERTE DE SAAVEDRA

Juzgan a dos hombres por disparar a otro que perdió el bazo y un riñón en Badajoz

El tercer acusado era el joven asesinado a tiros el pasado 29 de febrero en el bar Vaquerizo

La fiscalía solicita 10 años de prisión, que la acusación particular eleva a 17

La defensa mantiene la inocencia de los procesado y pide su absolución

Calle Olof Palme, en la confluencia con Eduardoa Naranjo, en una imagen de archivo.

Calle Olof Palme, en la confluencia con Eduardoa Naranjo, en una imagen de archivo. / S. GARCÍA

Belén Castaño Chaparro

Belén Castaño Chaparro

Dos hombres se sentarán el próximo 20 de marzo en el banquillo de la Audiencia Provincial de Badajoz para ser juzgados como presuntos autores de un tiroteo ocurrido en 2019 en la barriada de Suerte de Saavedra, en el que un joven de 27 años perdió el bazo y un riñón a causa de las lesiones producidas por los disparos. En este procedimiento judicial había un tercer imputado, el varón de 34 años que falleció acribillado a tiros el pasado 29 de febrero en el bar Vaquerizo.

La fiscalía solicita para ambos procesados 10 años de prisión por un delito de homicidio en grado tentativa, mientras que la acusación particular, que ejerce José María Pedregal, pide que sean condenados a 15 años por intento de asesinato en su modalidad alevosa y entre 1 año y 2 por tenencia ilícita de armas. Por su parte, la defensa, a cargo del abogado José Duarte, reclama la absolución de sus clientes.

Según el relato de la fiscalía, la noche del 3 de octubre de 2019, los dos acusados (junto al otro varón fallecido), provistos de una escopeta de cañones recortados y un arma corta y «puestos de común acuerdo», se dirigieron a la calle Eduardo Naranjo, en la confluencia con Olof Palme, en busca de la víctima, un joven con el que uno de ellos había tenido «un incidente» unos días antes, a quien encontraron en el interior de un coche estacionado en esta vía.

El ministerio público sostiene que, al localizar al joven, los procesados se bajaron de su vehículo y «con ánimo de acabar con su vida», abrieron fuego. Uno de ellos presuntamente le disparó cuando aún estaba dentro del coche, pese a lo que logró salir y emprender la huida a pie. Fue entonces, cuando según la acusación pública, los tres varones lo persiguieron y volvieron a disparar. Uno de los tiradores lo alcanzó en la parte baja de la espalda con un disparo, al que siguieron varias detonaciones más que supuestamente realizaron los otros dos agresores, que lo hirieron en el lado izquierdo de pecho. La persecución se prolongó durante unos 140 metros, al grito de «mata a esa perra, mátala», hasta que la víctima se desplomó y cayó al suelo, momento en el que sus perseguidores dejaron de dispararle y huyeron.

En el lugar de los hechos, se encontraron cuatro vainas percutidas del calibre 12 milímetros; otras tres del calibre 9 milímetros; dos tacos de un cartucho del calibre 12; y una bala de postas. 

Vida comprometida

Tras el tiroteo, el herido fue trasladado al hospital por un varón que se encontraba con él durante el tiroteo y por otro vecino. A causa de los disparos, el joven sufrió heridas en el tórax, la región abdominal -que afectaron a su riñón izquierdo, el bazo, el colon y la cabeza del páncreas-, así como en un glúteo. Las lesiones en la cavidad abdominal, según la fiscalía, «comprometieron la vida» de la víctima, quien de no haber recibido asistencia sanitaria urgente, hubiera muerto por «shock hipovolémico».

Por estas heridas tuvo que ser intervenido quirúrgicamente cuatro veces, tardó en curar 368 días y sufre secuelas físicas y psíquicas. El ministerio público, además de la pena de prisión, pide que los acusados indemnicen al perjudicado con 99.117 euros.

La acusación particular, que coincide en su relato de los hechos con la fiscalía y añade que los presuntos autores actuaron de manera «sorpresiva» y sin posibilidad de que su cliente pudiera defenderse, reclama 277.786 euros por los daños y secuelas.

Sin identificar

La defensa, por su parte, se muestra disconforme con la versión de las acusaciones y mantiene que las personas que dispararon al demandante no han sido identificadas, por lo que solicita su absolución al entender que no son criminalmente responsables de estos hechos.

Los tres acusados fueron detenidos por la Policía Nacional el 30 de enero de 2020 -casi cuatro meses después- en la denominada operación Adviento, en la que se realizaron registros simultáneos en nueve viviendas del Cerro de Reyes, Suerte de Saavedra, Tres Arroyos y la avenida Antonio Masa Campos. En el operativo, en el que participaron diversas brigadas y unidades de Badajoz y otras personas, también se arrestó a otras tres personas acusadas de un presunto delito de tráfico de drogas.

Tras el tiroteo, los investigadores no descartaron que tuviera relación con otro ocurrido en el puente Real apenas 15 días antes, en el que un hombre de 46 años recibió un impacto en el tórax después de que le disparasen dos personas a bordo de una motocicleta.