Semana Santa en Badajoz

"Si la Soledad no ha salido es porque ella quería que lloviese"

La Patrona de Badajoz no procesionó la noche del Viernes Santo debido a la lluvia, pero cientos de fieles pudieron verla hasta pasada la una de la madrugada

La Soledad salió al dintel de la puerta para que sus devotos pudieran verla.

La Soledad salió al dintel de la puerta para que sus devotos pudieran verla. / Andrés Rodríguez

Ascensión Martínez Romasanta

Ascensión Martínez Romasanta

Lágrimas dentro de la ermita y fuera, en la plaza de la que recibe su nombre, bajo los paraguas. Lágrimas por no ver salir a la Patrona. Pero la Patrona de Badajoz no está triste. Si no ha procesionado el Jueves ni el Viernes Santo es porque ella así lo ha querido. "Yo digo que cuando no ha salido a la calle es porque ella quería que lloviese". Es lo que cree, sin duda alguna, María Dolores Cantero Cardoso, camarera de la Virgen de la Soledad.

María Dolores Cantero, este sábado, mientras se desmonta el paso de la Soledad.

María Dolores Cantero, este sábado, mientras se desmonta el paso de la Soledad y se prepara para recibir mañana al Resucitado. / A. M. R.

María Dolores lleva "muchos años" vistiendo a la imagen más querida de la ciudad. Su madre lo hizo durante 25 años y ahora también ha entrado su hermana. "Mi madre me lo decía y yo pensaba que eran cosas suyas, pero es cierto: tú la miras y, según tu estado de ánimo, la ves que se ríe, o que está triste o que está enfadada, depende de cómo tú la mires, así te mira ella, y es cierto", sostiene. Cuando María Dolores la tiene a su altura, "con sus ojos frente a los míos, me da esa sensación: si yo estoy feliz ella está feliz". Por eso piensa que "si ella no ha querido salir es porque prefería que lloviese, que hacía falta, y ella quedarse aquí, donde la tenemos 365 días al año y el que quiera venir a verla nada más que tiene que cruzar esa puerta, o verla desde la calle".

"Depende de cómo tú la mires, así te mira ella"

La noche del Viernes Santo muchos devotos pudieron verla, aunque no llegó a procesionar debido a la lluvia.

"Anoche no pudo salir, pero procuramos que todos los feligreses que estaban en la puerta la viesen y disfrutaran de ella un ratito". El paso se sacó al rosetón y durante el tiempo que permitió la lluvia, los costaleros la encararon a una zona de la calle, esquina por esquina, para que todos pudieran tenerla de frente y mirarla a los ojos. "Las calles estaban imponentes de gente para el agua que se avecinaba y que nos dijeron que iba a caer".

La Virgen salió a las puertas de su ermita, la hermandad rezó un rosario con ella asomada y cuando ya todos pudieron verla, se colocó el paso en la puerta donde permaneció hasta pasada la una de la madrugada para que los que quisieran pasar por delante lo hicieran y acompañar a la madre de Jesús, de riguroso luto por su hijo muerto.

Pasada esa hora, la colocaron en el interior. "No se pudo hacer otra cosa, porque el agua no nos dio tregua". Dentro de la ermita se pudo vivir uno de los momentos más emotivos (hubo muchos), cuando se reunieron representantes de todas las cuadrillas de costaleros de la hermandad: Amarrao, Ecce Homo, Soledad del Jueves Santo y Soledad del Viernes Santo.

Los costaleros de todos los pasos que saca la hermandad, anoche, en la ermita.

Los costaleros de todos los pasos que saca la hermandad, anoche, en la ermita. / Hermandad de la Soledad

No es la primera vez que el mal tiempo impide salir a la Patrona de Badajoz en la procesión del rosario. "Procuramos hacerlo lo mejor que podemos para todos los creyentes que vienen y se esfuerzan en acudir bajo la lluvia y estar con ella un ratito". A pesar de que temían que iba a llover y las predicciones no dejaban lugar a la duda, la Virgen estaba preparada "como siempre". De hecho, a las once en punto de la noche estaba la Cruz de Guía en la puerta, "porque nos habían dicho que no llovía". Pero empezó a caer agua y desistieron. "No nos podemos arriesgar porque es mucho lo que vale el paso y sobre todo lo que vale ella, ella se moja y la perdemos y hay que protegerla".

En la procesión del Viernes Santo la Soledad desfila sin palio y vestida de negro, de luto riguroso. El Jueves Santo, que tampoco pudo salir por la lluvia, les hubiese gustado hacer lo mismo que anoche, sacarla al rosetón, pero con el palio no era viable, no cabe. Lo que hizo la hermandad fue improvisar un besamanos, que se prolongó durante más de tres horas, en las cuales los fieles estuvieron pasando sin cesar para tener la oportunidad de acercarse la medalla que colocaron en las manos de la imagen. "Y porque decidimos que terminábamos, porque si no hubiésemos seguido". De hecho, hubo fieles que llamaron por la puerta la sacristía rogando poder subir a verla. "Es mucha la devoción que hay por ella, muchísima".

Numerosos fieles abarrotaron la plaza de la Soledad anoche.

Numerosos fieles abarrotaron la plaza de la Soledad anoche. / ANDRÉS RODRÍGUEZ

La Soledad sale de su ermita más veces al año. Siempre se saca para la Novena en la catedral, del 9 al 15 de septiembre. En 2023, por ser el Año Jubilar, concedido por el décimo aniversario de su coronación, se trasladó al asilo, donde permaneció un fin de semana y tuvo más movimiento. Además, en la Novena, la procesión fue como la del Jueves Santo, con su palio y los nazarenos de blanco y negro formando el desfile. Posiblemente, este año tenga una salida extraordinaria, porque se lo ha pedido María Auxiliadora.

La Soledad nunca está sola

Tal es la devoción que en Badajoz se tiene por su Patrona que la Soledad nunca está sola. "Nunca, por mucha Soledad que sea, la Soledad nunca está sola", subraya María Dolores Cantero. Además, es la única Virgen que se puede ver desde la calle, a pesar de que esté la ermita cerrada, a través de los dos cristales de los postigos abiertos en la puerta. "Aunque esté la ermita cerrada, nunca está sola porque siempre tiene la reja abierta y se ve desde la calle, en cualquier momento del día que pases, tiene que ser muy de madrugada para que no se vea a alguien ahí rezando".

Es sobre todo una costumbre entre los vecinos del barrio. "Vienen a diario". Lo hacía el padre de María Dolores, ya fallecido. "Venía a darle los buenos días, las buenas tardes, una vez al día pasaba a saludarla porque venía a ver a su Madre". También la madre de esta camarera. Este año no ha podido, por su edad, porque llovía, "pero es la única procesión que ve, la de su Soledad, sigue viniendo y nos sigue dando muchos consejos a la hora de vestirla, de tratarla y de manejar sus enseres". Una rutina que se mantiene en el tiempo, como una tradición inalterable.

Ángela y Joaquín, esta mañana, ante la puerta de la ermita, cuyas cortinas se han corrido en el momento de bajar a la Virgen del paso.

Ángela y Joaquín, esta mañana, ante la puerta de la ermita, cuyas cortinas se han corrido en el momento de bajar a la Virgen del paso. / A. M. R.

Ejemplo de esta devoción son Ángela y Joaquín, que son de Badajoz pero viven en Salamanca y nunca faltan el Viernes Santo para ver salir a la Virgen la Soledad. "Venimos todos los años, siempre". Anoche se acercaron, aunque no pudieron pasar de la esquina de la calle Francisco Pizarro. "No se podía avanzar más porque había muchísima gente esperando que saliera". No lo hizo. "Después de que venimos de fuera, da pena, un año preparándola y no ha podido salir". Regresarán mañana domingo a Salamanca y hoy han estado ante la puerta de la ermita a saludar a la Patrona. "Cada vez que venimos a Badajoz nos acercamos a verla".

Desmontaje del paso de la Soledad.

Desmontaje del paso de la Soledad, para prepararla para recibir mañana domingo al Resucitado. / A. M. R.