Libros, joyas y un cerezo: los regalos de Extremadura en la boda de Felipe y Letizia, hace 20 años

El 22 de mayo del 2004, tuvo lugar la boda del príncipe Felipe de Borbón y Grecia con la periodista Letizia Ortiz Rocasolano en la catedral de la Almudena de Madrid

Boda de Felipe y Letizia, hace 20 años

Boda de Felipe y Letizia, hace 20 años / EP

Jorge Segura

Un lluvioso 22 de mayo de 2004, los ahora reyes Felipe y Letizia contraían matrimonio en la Catedral de la Almudena, en Madrid. Una boda a la que asistieron todos los royals, la primera de un heredero al trono celebrada en España desde la boda de Alfonso XIII con Victoria Eugenia. Era el colofón final a un cuento de hadas que había tenido un comienzo difícil. La novia no pertenecía a ninguna casa real, era una periodista de TVE, perteneciente a una familia de clase media. Para colmo, era divorciada. Parecía que todo quedaba conjurado con una ceremonia en la que gran parte de los fastos fueron suspendidos por la cercanía de los atentados del 11-M. Pero el enlace dio aún para muchas anécdotas. Entre ellas, los regalos, algunos de ellos pintorescos, como un novillo llegado de Salamanca. Extremadura también envió a los novios su felicitación con diversos obsequios.

Desde el Valle del Jerte llegó un ejemplar de cerezo que fue trasplantado. Era un árbol de 6 años enviado por el Consejo de la Denominación de Origen Cereza del Jerte, un cerezo picota de la variedad Pico Negro, injertado sobre un patrón autóctono de la zona, que en la comarca recibe el nombre de reboldo. Así que, los años del matrimonio se cuentan también por las floraciones del cerezo, recreando un pedacito del Jerte en los jardines reales.

La Diputación de Cáceres encargó al orfebre local Lorenzo Llanos Bernal la elaboración de un juego de gemelos y pisacorbatas en oro y esmalte para el aún Príncipe, mientras que para Letizia se elaboraba un conjunto de gargantilla y pendientes en oro y aljófares, con un diseño basado en la tradición cacereña.

La Junta de Extremadura se decantó por la reedición de dos antiguos ejemplares de libros: La de ‘Plantas de diferentes plazas de España, Italia, Flandes y las Indias’, encargado por el coleccionista Gaspar de Haro y Guzmán. La obra, original de 1655, fue reeditada por la Junta de Extremadura para la ocasión e incluía 133 planos de ciudades, vistas y descripciones de asedios y batallas localizadas en las fronteras territoriales y marítimas del Imperio de Felipe IV, intentando mostrar a una monarquía todavía poderosa e imbatible en Europa.

Por obra literaria se decantó también el Ayuntamiento de Jerez de los Caballeros, localidad que visitara el hoy Felipe VI en 1996. El evento quedó reflejado en el número de la colección ‘Libretillas jerezanas. Dos décadas prodigiosas, de 1979 a 2002’. Toda una joya que, junto con los demás regalos extremeños, dejó muy alto el pabellón de la comunidad.